Juan Francisco Vargas, el padre de Yéremi Vargas, ha sido setenido por presunta agresión sexual a su hija de 13 años. La detención se ha producido en Las Palmas de Gran Canaria a raíz de la denuncia de la propia menor. El juez lo ha puesto en libertad provisional con medidas de alejamiento de la menor.
Yéremi Vargas desapareció hace 14 años mientras jugaba en un descampado cerca de su casa. Tenía 7 años y, aunque el cuerpo nunca apareció, la policía concluyó que el menor fue secuestrado y asesinado esa misma tarde. Años después detuvieron al principal sospechoso, un pederasta apodado 'El Rubio'.
Catorce años después de la desaparición de su hijo, Juan Francisco se enfrenta ahora a una grave acusación de abusos sexuales por parte de su propia hija. En las últimas horas ha pasado a disposición judicial, aunque se ha negado a declarar. El juez lo ha puesto en libertad provisional con medidas cautelares.
Juan Francisco fue detenido la madrugada del lunes por agentes de la Policía Nacional. Se negó a declarar en sede policial, y fue llevado ante el juez a primera hora de esta mañana. Ahora se encuentra en libertad, aunque no podrá acercarse a la menor mientras dure la investigación del caso.
Juan Francisco, siempre bajo la lupa
Juan Francisco Vargas ya estuvo bajo la lupa después de la desaparición de su hijo. Le acusaban de ser el responsable de la sustracción del menor, ya que varios testigos aseguraban haberlo visto en el Opel Corsa blanco al que subió Yéremi. Él lo negó todo y aseguró ser víctima del entorno de la madre.
Los padres de Yéremi estaban separados en el momento de la desaparición, y el padre estuvo investigado por su presunta implicación. Sin embargo, los agentes no encontraron ningún indicio contra el progenitor del menor desaparecido. Todo se trató, en su opinión, de una venganza orquestrada.
Según Juan Francisco, el día que desapareció Yéremi él estaba a varios kilómetros de distancia de allí. Había decidido poner algo de distancia para evitar conflictos con la madre. "Podía haberlos ido a recoger, pero como estaba muy reciente lo de la separación, dejé que pasara un poco de tiempo".
Él fue quien decidió dejar la relación y desde entonces se sentía señalado. "Dicen que soy un traficante, que me llevé al niño, pero la relación con mi hijo era muy buena", aclaró el padre. La Guardia Civil pudo situarle en el lugar donde aseguraba haber estado el día de la desaparición de su hijo.
El padre defiende su inocencia
El padre de Yéremi Vargas siempre defendió su inocencia sobre la desaparición de su hijo. "Son vecinos y amigos de la familia materna", señaló Juan Francisco ante la avalancha de acusaciones. Sin embargo, estaba convencido que su exmujer y madre de Yéremi nunca había dudado de su inocencia.
Además, Juan Francisco denunció que no le dejaban ver a su otro hijo y que le amenazaban con no ir a la policía. "Me dijeron que no denunciase porque lo de Yéremi ya no sería una desaparición sino un conflicto", declaró. Por otro lado, el hombre siempre mantuvo viva la esperanza de encontrar a su hijo.
Yéremi Vargas desapareció el 10 de marzo de 2007 mientras jugaba en un descampado cerca de su domicilio familiar en Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria). La sospecha recayó siempre en un coche blanco que había sido visto merodeando por allí. Creían que lo habían secuestrado.
La investigación quedó en punto muerto hasta el giro que se produzco en 2012, cuando aparecieron nuevas pruebas. La policía manejó todas las hipótesis posibles, desde la venganza familiar hasta la pederastia y el tráfico de órganos. En 2016 se detuvo al principal sospechoso, Antonio Ojeda 'El Rubio'.