Tiene 18 años y ha sido detenida por la Guardia Civil por haber enterrado a su bebé de meses en un tupperware. Un vecino descubrió casualmente la macabra sepultura y lo puso en conocimiento de la policía. La investigación ha llevado hasta esta mujer mayor de edad, que ha reconocido los hechos.
Fuentes policiales han revelado que la detenida necesita atención psicológica, y le imputan un presunto delito de aborto. La autopsia será fundamental para saber si el bebé nació muerto o estaba aún con vida. De eso dependerá también el horizonte penal de la madre, que podría enfrentarse a un delito de asesinato.
El macabro hallazgo el viernes pasado conmocionó a la localidad de Águilas (Murcia), y la investigación ha conseguido resolverlo en apenas una semana. En un primer momento sospecharon de una mujer de 30 años, que demostró no tener nada que ver con el suceso. Finalmente han llegado hasta la madre que enterró a su bebé.
El macabro hallazgo
El pasado viernes un vecino de la localidad de Águilas, en el litoral murciano, encontró un neonato enterrado en un cerro de la Cueva de la Tía Petra. Fuentes policiales citadas por El Español señalan que se trata de una “senda por donde suele ir la gente a pasear el perro o caminar”. El camino conduce hasta una pequeña montaña.
Allí, un vecino que estaba paseando por su familia creyó ver en un montículo lo que parecía un enterramiento. Al escarbar él mismo con las manos desenterró un tupperware de plástico “de los que venden en los chinos”. Para su horror, dentro había el cuerpo de un bebé de unos seis o siete meses.
Inmediatamente llamó al 112, que movilizó una patrulla de la Policía Local para verificar el hallazgo de los restos humanos. Los agentes confirmaron que se trataba de un neonato y que llevaba poco tiempo allí enterrado. “Tenía la tez morena, se le notaban las uñas y estaba junto al cordón umbilical y la placenta”.
Arena y piedras encima
El caso quedó en manos de la Policía Judicial, que realizó una primera inspección en el lugar donde había aparecido. “Habían enterrado la caja pero habían echado arena encima y la habían cubierto con piedras”, asegura la policía. Para ellos, no hay ninguna duda de que era “una especie de tumba improvisada”.
Eso indica que la madre enterró el cuerpo del bebé en un lugar reconocible, para saber dónde estaba. Si lo hubiera querido esconder lo habría enterrado varios metros bajo tierra y sin nada que llamara la atención de los transeúntes, dice la policía. Hay que recordar que el lugar es una zona de paso frecuente de paseantes.
Con esos elementos, iniciaron una investigación que puso el foco en una mujer de 30 años vecina de un barrio conflictivo. Se trata de la llamada ‘Ciudad sin Ley’, una zona de Águilas con familias en riesgo de exclusión social. El barrio está cerca de la Cueva de la Tía Petra, donde aparecieron los restos humanos.
Así detuvieron a la autora
Sin embargo, las pesquisas revelaron que la citada mujer no tenía nada que ver con el macabro entierro y descartaron esa vía. Tras visitar varios centros de salud de la comarca y el Hospital Rafael Méndez de Lorca, finalmente dieron con la madre: “Ha sido identificada la presunta autora, que reconoce de forma verbal y voluntaria los hechos”.
Se trata de una mujer de 18 años, que tras pasar por la comandancia de la Guardia Civil ha sido trasladada al Hospital Rafael Méndez de Lorca. Según informa la policía, “necesita asistencia sanitaria y psicológica”. Una vez le den el alta hospitalaria, será imputada por un presunto delito de aborto”.
La investigación sigue en marcha a la espera de los resultados de la autopsia. También están a la espera de que la autora sea dada de alta para pasar a disposición judicial. El delito de aborto está castigado con una sanción económica, pero podría enfrentarse a cargos de asesinato e ir a la cárcel.