31 años y nueve meses de prisión. Es la pena que tendrá que cumplir el hombre condenado por la Audiencia de Castellón por los brutales malos tratos a los que sometió su pareja durante los meses que duró la relación. Entre los delitos se incluyen agresiones sexuales, lesiones, amenazas y trato degradante.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón considera al hombre culpable de dos delitos de agresión sexual, uno de ellos continuado. Además le condena por dos delitos de maltrato y otros de amenazas. También recoge delitos de coacción, lesiones, tenencia ilícita de armas y humillación.
El relato de los hechos refleja una situación de celos enfermizos que adoptó la forma más brutal de la violencia conyugal. La sentencia recoge episodios escalofriantes de malos tratos que no acabaron en tragedia de milagro. Ahora el maltratador pasará una buena temporada en la cárcel y tendrá que indemnizar a la víctima.
Se conocieron en el trabajo
El condenado y la víctima se conocieron en el trabajo e iniciaron una relación sentimental en septiembre de 2019. Los dos se fueron a vivir juntos en una vivienda abandonada de Castellón, y poco después empezó el infierno. Casi desde el inicio de la relación, él desarrolló unos celos enfermizos hacia su pareja.
La sentencia establece que el condenado generó un clima de humillación, sometimiento y terror hacia su pareja. La motivación eran los celos y el carácter tremendamente posesivo del hombre. Estaba obsesionado con que su pareja le era infiel, y la obligaba a desnudarse para comprobar si había estado con otros hombres.
La violencia fue a más y en varias ocasiones le ató las muñecas y los tobillos con cinta americana para interrogarla. Con la mujer indefensa, le preguntaba si había mantenido relaciones sexuales con otras mientras le pegaba con el cinturón. También le tiraba agua fría con un cubo y le daba patadas.
La encerraba en el coche durante horas
El hombre era tan celoso que cuando no coincidían en el mismo turno de trabajo, aparcaba el coche cerca del centro laboral y la encerraba dentro. La mujer tenía que esperar a que él acabara el turno para salir de allí. Él iba yendo de forma periódica al coche para controlarla, lo que denota la obsesión extrema.
En su delirio, incluso llegó a acusar a la víctima de haber tenido relaciones sexuales con un perro. Fuera de sí, inmovilizó a su pareja y la violó en la vivienda que compartían. Pero lo peor estaba por llegar, porque apenas unos días después le metió el cañón de un revólver por la boca amenazando con matarla.
El maltratador le acusó de nuevo de haberle sido infiel y le puso la pistola en la boca para hacerle la “ruleta rusa”. Ante el terror de la víctima llegó a apretar el gatillo sin que la pistola disparara. Poco después le quemó la mano y le acercó la cabeza al fuego de la cocina provocándole quemaduras en el pelo.
La amenazó con un machete
La sentencia recoge aún un episodio más del escalofriante historial de malos tratos. Ocurrió el 13 de enero de 2020 en las inmediaciones de la Ciudad de la Justicia en Castellón, yendo los dos en el coche. El hombre amenazó de muerte con un machete a la mujer mientras esta estaba conduciendo.
La víctima logró reducir la velocidad y saltar del vehículo con el coche en marcha para pedir ayuda. Entonces pudo ser auxiliada por miembros de la Guardia Civil que se encontraban de guardia en el Palacio de Justicia. Así fue como detuvieron al agresor y abrieron diligencias que han culminado en el proceso judicial.
La Audiencia le condena por violar, humillar, quemar y amenazar a su pareja, por darle con el cinturón y agredirla a patadas. También por jugar a la ruleta rusa con ella, encañonándola con el revólver en la boca. Además de la pena de cárcel tendrá que indemnizarla con 70.000 euros por daños morales, y 900 por lesiones físicas.