El 16 de febrero de 2020, Iván Toribio, de 29 años, murió acuchillado en un piso okupado de Anchuelo (Madrid). La investigación se ha llevado con total secretismo y hasta ahora no se ha podido saber qué ocurrió exactamente. El juicio, que ha arrancado esta semana, deja al descubierto los detalles del cruel asesinato.
El periodista especializado en sucesos Nacho Abad ha contado en La Cope cómo mataron a Iván. En el banquillo de los acusados se sientan Adolfo y Libertad, dos cabecillas de una mafia okupa que prepararon una encerrona a su inquilino Iván. Su intención era presionarle para que abandonara el piso.
El juicio se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid, y la familia de la víctima pide 25 años de cárcel para los acusados. Consideran que Iván recibió una puñalada por la espalda y no se pudo defender. El caso ha puesto de manifiesto el peligro de estas mafias que se aprovechan del problema de la vivienda.
Una urbanización okupa
Anchuelo es un pueblo de 1.200 habitantes en la Comunidad de Madrid, cerca de Alcalá de Henares y a 40 kilómetros de la capital. Allí, un banco promovió la construcción de dos bloques de viviendas que no se vendieron o sus inquilinos acabaron desahuciados. Y ahí es donde entra en acción la mafia okupa.
Aprovechando que las casas estaban vacías entraron, las okuparon y “las vendían por entre 1.000 y 1.500 euros”, según explica Nacho Abad. “Pagabas, te daban las llaves y la casa era tuya, sin papeles pero era tuya”, añade. Y ahí es donde entra el segundo protagonista de la historia: Iván, apodado “el extremeño”.
Iván Toribio vino de Cáceres a Madrid para trabajar y consiguió un empleo de camarero en un restaurante de Alcalá de Henares. “Mientras ahorra un poco para poder alquilar una vivienda de forma legal, decide pagar por una de estas casas okupadas”, cuenta Abad. Pagó 1.500 euros por una casa con salón, cocina, baño y dos habitaciones.
Una fiesta de cumpleaños
El 16 de febrero de 2020 se celebró un cumpleaños en la urbanización, concretamente el de Libertad. “Era una de las lideresas de la mafia okupa”, relata el periodista. “Allí había mucha gente, música, comida, y los tres protagonistas: Libertad, Adolfo, su cuñado, y un menor de edad al que apodaban El Loco”.
Iván acudió a la fiesta junto a otro inquilino de la urbanización okupa, Juan. La celebración acabó sin problemas e Iván se fue a casa de Juan “y allí se ponen a hablar tranquilamente hasta de repente empiezan a aporrear la puerta”. Al abrir la puerta, “al otro lado estaban Libertad, Adolfo y El Loco”.
“Adolfo le suelta un guantazo a Iván que casi lo tumba, lo pone contra la pared y le empieza a hacer preguntas”, sigue contando. Iván había comprado una casa con dos habitaciones, pero querían meter a una nueva familia de inquilinos ahí. Por eso presionaron al joven para que se marchara a otra casa de una sola habitación.
El Loco sigue desaparecido
Adolfo amenazó a Iván: “Esto te lo hinco, como te pongas tonto me quedo con tu piso y me limpio el culo con tu dinero”. Entonces le preguntaron una vez más si aceptaba cambiar de piso e Iván se negó, “así que aprovecharon que había dos machetes en la casa”. Según Abad, es Adolfo quien le clava el machete en la cabeza y en el corazón.
“Mientras, Libertad intentaba pinchar y matar a Juan”, añade el periodista. La mujer de Juan, que también estaba presente, ha declarado que les amenazaron: “Si contáis algo os matamos, a vosotros y a vuestra hija menor”. Luego llamaron al 112 informando que había una persona muerta “por accidente”.
Adolfo y Libertad niegan que conocieran a Iván y que el joven ya estaba muerto cuando llegaron. La Guardia Civil no ha conseguido identificar al chaval entre 12 y 15 años al que apodaban “El Loco”, y sigue desaparecido. En las próximas horas se podría conocer el veredicto de un caso que parece ya del todo claro.