«Hipócrita», «Izquierda de caviar», «El Diablo viste de Prada». Las redes han estallado ante el detalle que ha trascendido durante la sesión parlamentaria para prorrogar el estado de alarma y que ha llamado la atención de muchos espectadores: la chaqueta que vestía el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, es de Zara.
Y es que hoy en día es difícil que cualquier detalle, por insignificante que parezca, pase desapercibido ante las cámaras y si, además, este tiene su enjundia como es el caso, el hallazgo se convierte en carne de cañón para las redes.
El descubrimiento tiene su aquel porque estos últimos días se había escenificado con más intensidad la tensa relación entre Podemos y el grupo Inditex que preside Amancio Ortega y que ha estado en boca de todos, de nuevo, por sus gestos durante la crisis del Coronavirus. Y es que, donde unos ven donaciones útiles, otros denuncian la caridad hipócrita.
El debate viene de largo pero estos días se ha recrudecido por las opiniones de significados personajes de la formación morada como Juan Carlos Monedero y Pablo Echenique sobre las donaciones de Amancio Ortega a la lucha contra el coronavirus. «Un sistema fiscal justo es mejor que la caridad», decía Echenique, y Monedero acusaba a la multinacional de querer despedir a 25.000 trabajadores y maquillarlo con donaciones.
Zara salió al paso de esas acusaciones recordándole a Monedero que la empresa había descartado hacer un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo), algo que además fue puesto en valor por miembros del Gobierno como la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la portavoz María Jesús Montero. De hecho, el propio Pablo Iglesias ha intentado mantener distancias entre el discurso oficial del partido, que estos días vuelve a cargar contra Inditex, y su posición en el Gobierno.
Así, por un lado Podemos quiere presentar en el Congreso la propuesta de un impuesto especial para que las grandes fortunas ayuden a sufragar los costes de emergencias como la del Coronavirus, lo que muchos ya han llamado la «tasa Amancio». Por otro lado, sin embargo, Pablo Iglesias ha mantenido estos días una cordial conversación con el director ejecutivo de Inditex, Pablo Isla, sobre cuestiones como la crisis y el ingreso mínimo vital.
Pero el tono conciliador de Pablo Iglesias no puede ocultar el largo historial de la inquina del ahora vicepresidente contra una de las mayores fortunas del mundo, Amancio Ortega. En 2012 criticó que en un país con el 25% residiera el tercero en el ránking mundial de ricos: «Democracia, ¿dónde? Terrorista, ¿quién?».
Durante estos últimos años Pablo Iglesias ha criticado la política fiscal del magnate gallego y con la crisis del Coronavirus ha dejado claro que «las donaciones están bien pero lo que tiene que hacer es pagar lo que le corresponde» porque esto es «el verdadero patriotismo».
Por eso, cuando ayer saltó a las redes que Pablo Iglesias llevaba una chaqueta de Zara y se mostró el zoom en un momento en el que se abría la americana y dejaba ver la etiqueta, empezaron a llover críticas y acusaciones de hipocresía, recordando la larga lista de reproches de Podemos a Inditex, lo que para muchos es una muestra más de su incongruencia.