El confinamiento ha dejado a todos un poco descolocados. Primero no hacía falta ponerse las mascarillas, ahora es obligatorio. Guantes si, guantes no. Distancia social. No hay besos. No hay abrazos. Tantas normas que, a veces, a uno se le olvida alguna que otra.
En un descuido como tal cayó el Rey Felipe VI en su acto de apertura de fronteras entre Portugal y España. El Borbón, concentrado en el protocolo, no se dio cuenta de que en los tiempos que corren no se puede tocar a nadie. Y así fue, el Rey de España le extendió la mano a Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno con un semblante serio cobijado bajo su mascarilla, quedó patidifuso ante el saludo del Rey. De manos cruzadas y mirando para la mano de su majestad, no le ha respondido al saludo y le ha recordado hábilmente que no se pueden tocar.
El Rey mientras le ofrecía un apretón de manos ha recordado inmediatamente la norma. El gesto ha quedado en una simple anécdota. Es un acto reflejo que a más de uno le ha sucedido en los tiempos de coronavirus.
Rápido se ha apodado este gesto como «la cobra». Esta expresión se emplea en la jerga coloquial cuando uno hace un movimiento que no es correspondido por el interlocutor. De tal modo que surge un momento incómodo para el emisor y que se trata de disimular por todos los medios.
No obstante, sin más bombo y platillo, los dos han seguido con su papel en el evento. Prosiguieron su camino charlando de manera muy natural.
El encuentro entre el Jefe de Estado y el Rey con el Presidente y el Primer Ministro luso ha sucedido en la misma sintonía. Se han saludado oralmente, pero dejando a un lado los apretones de manos para otra ocasión en la que ya sean posibles. Eso sí, todos resguardados bajo sus mascarillas.
El acto ha comenzado tal y como indicaba el programa. Sonaron los himnos nacionales de España y Portugal. Todos los escucharon quietos, en silencio y guardando las distancias. Después, han paseado por Badajoz, se han detenido en el museo Arqueológico, han presenciado una recepción y se han ido a almorzar a la 'raya' portuguesa.
El camino de la cordialidad y el diálogo
El Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez mantienen una relación cordial. Durante el estado de alarma se han visto varias veces en La Zarzuela para mantenerse al corriente de la situación en España. Ahora, están retomando sus compromisos paso a paso.
En el caso de sus majestades, Doña Letizia y Don Felipe, están dando la vuelta a España. Sus viajes por las provincias acabarán a finales de mes. Hasta hoy, miércoles 1 de julio, ya han visitado Canarias, Mallorca, Sevilla y Córdoba. Mañana acudirán a Benidorm y Valencia.
Las puertas en la península se han abierto de nuevo para recibir al turismo nacional y también a los extranjeros que quieren disfrutar sus vacaciones en las ciudades españolas.
Desde el pasado 17 de marzo, la frontera española-portuguesa también se volvió inquebrantable. Nadie podía cruzar de un lado a otro para evitar la propagación del Covid-19. Ahora ya sí se puede circular, pero con precaución. En las zonas de Lisboa y Valle del Tajo existen restricciones debido a un importante rebrote.