El hallazgo de dos botellas de aire pequeñas en el fondo marino ha dado alas a la búsqueda del cuerpo de Tomás Gimeno. El buque Ángeles Alvariño, que trabaja desde hace semanas en la zona, desplazó su zona de búsqueda unas millas mar adentro. Una vez allí, el buque halló las dos botellas a 1.500 metros de profundidad.
Se trata del primer gran avance en la investigación para dar con el cuerpo de Tomás, aunque algunas teorías ya han sido descartadas. Tras encontrar las botellas, se especuló con que el padre de Anna y Olivia podría haberse suicidado usando el método de 'la muerte dulce'.
Es decir, habría usado las botellas para inhalar monóxido de carbono bajo el agua. Esto le produciría un efecto narcótico que le permitiría morir sin dolor. Ahora, algunos expertos en buceo rechazan esta teoría: "la 'muerte dulce' sería lo más difícil".
El portal '20minutos' se ha puesto en contacto con expertos en Buceo para que valoren esta teoría que en las últimas horas ha ganado peso. Ismael Mateos, de Buceo Madrid, la descarta por la dificultad de que se produjese.
Mateos explica que la 'muerte dulce' solo puede producirse cuando un buceador profesional baja en apnea. "Al regresar a la superficie te puedes quedar sin oxígeno, pero el cerebro cree que aún lo tienes", expone. Añade que "en realidad lo que tu cuerpo empieza a consumir es dióxido de carbono".
Es entonces cuando se produce la 'muerte dulce', algo que un submarinista "con equipo autónomo" nunca va a sufrir. Precisamente, Tomás Gimeno llevaba equipo que habría impedido este tipo de muerte.
Arturo Ruiz, instructor de la escuela de buceo Oceania, tiene la misma opinión: "un buceador no puede morir por 'muerte dulce'". "Una cosa es que te quedes sin aire, y ahogarte debajo del agua no debe de ser nada dulce", añade.
El instructor cree que "si este hombre ha entrado con una botella de aire a bucear y ha bajado a una profundidad muy grande, lo que le ha pasado es que se ha quedado sin aire y se ha ahogado". "O eso o ha convulsionado por la presión parcial del oxígeno, pero lo de la muerte dulce nada", matiza.
Nuevas teorías
Si Tomás Gimeno murió tirándose con el cinturón de plomo, existen varias teorías sobre cómo pudo ser su final. Una de ellas, según Ismael Mateos, es que muriese por "sobreexpansión pulmonar o por enfermedad descompresiva".
Según explica, la sobreexpansión pulmonar se produce cuando una persona baja a gran profundidad con aire en sus pulmones. Si aguanta la respiración, el aire se comprime por la alta presión y no hay problema. Pero si intenta volver a subir, el aire se expande y puede "reventar" los pulmones.
En el caso de la enfermedad descomprensiva, el nitrógeno de la sangre forma burbujas si se sube a la superficie demasiado rápido. En ambos casos, según expone Ruiz, son accidentes que ocurren "muy de vez en cuando". Y lo que es más importante, duda que nadie quiera suicidarse de esta manera.
Cree que si Tomás Gimeno quiso suicidarse, lo más fácil era lastrarse con las botellas. Si su intención era esa, "va contra la lógica que quisiera regresar a la superficie".
Sus teorías se sostienen en que las botellas halladas por el buque son de poca capacidad de aire, para cinco o diez minutos. Además, Tomás Gimeno no era buceador profesional, sino recreativo, por lo que su experiencia no iba más allá de los 40 metros de profundidad.
"Alrededor de los 60 metros, si bajas con una botella de aire, probablemente tendrías una muerte por intoxicación de oxígeno", añade Mateos.