Tres semanas después de su desaparición, Antonio David Barroso aún no ha aparecido. El niño de 15 años y con una severa discapacidad física desapareció el 12 de septiembre estando con su madre Macarena. Fue ella quien aseguró que lo había matado y lo había arrojado a un contenedor.
Pero Macarena, víctima de un grave trastorno mental, ha cambiado hasta cuatro veces su versión. Todas las pistas que ha dado hasta ahora han llevado a un callejón sin salida, y la policía ha decidido seguir otras líneas de investigación. Creen que la madre podría haber sido víctima de las sectas religiosas.
La enfermedad de Antonio David acercó a su madre Macarena a la devoción religiosa hasta el extremo de la obsesión. A raíz de esto contactó con grupos sectarios e incluso pidió a un sacerdote que bendijera la casa donde vivían. Estaba convencida de que la religión podía curar a su hijo.
Hay que recordar que Antonio David sufre una disminución física que le impide caminar, hablar, oír y comer por sí mismo. El 11 de septiembre él y su madre salieron de su casa de Morón (Sevilla) después de una discusión familiar. Durante el viaje, en Talavera de la Reina (Toledo) se perdió el rastro de Antonio David.
Vivían rodeados de imágenes religiosas
Desde entonces, el paradero del menor sigue siendo uno de los grandes misterios por resolver en España. Su madre dice que lo mató y lo tiró a un contenedor, pero en los lugares indicados por ella no hay ni rastro de él. La policía trata ahora de conocer más detalles de la vida de madre e hijo.
En el marco de esta investigación, los agentes han interrogado al párroco de la iglesia de San Miguel, en Morón de la Frontera. El cura confirma que el 25 de julio visitó la casa de Macarena y Antonio David para bendecirla. Recuerda que se sorprendió por la gran cantidad de imágenes religiosas que allí había.
Según su testimonio, Macarena empezó a acercarse a Dios a finales de 2020 y acudía con su hijo a la iglesia una vez a la semana. En junio su actividad religiosa aumentó, y sus visitas empezaron a ser diarias. La mujer solía hablar mucho con el sacerdote, hasta el punto de desvelarle sus planes de futuro.
Macarena le comentó que quería vender su casa de Morón e irse con su hijo a Alcalá de Guadaira. Allí hay un centro especial de rehabilitación para niños como Antonio David. Esto podría tener que ver con la huida que emprendieron el 11 de septiembre.
Hablaba como si estuviera aleccionada
La policía también ha interrogado al sacristán de la iglesia de San Francisco. Allí acudieron madre e hijo el 9 de septiembre. Según su declaración, vio al niño muy inquieto y sufriendo pequeñas convulsiones que su madre trataba de atajar con un pañuelo.
Los dos párrocos coinciden en una cosa: Macarena se desvivía con su hijo y le prestaba un cuidado excelente. Él tiene una discapacidad del 91%, y ella un trastorno bipolar severo. La concatenación de circunstancias había sido el cóctel explosivo que estalló durante el viaje.
Los investigadores creen que el cambio sufrido por la madre en los últimos meses puede ayudar a resolver el caso. El giro religioso de Macarena ha sido confirmado por una trabajadora social de la misma localidad. A finales de verano la vio muy cambiada y con un gran crucifijo en el pecho.
“Hablaba de forma más culta y educada, como si estuviera aleccionada”, afirma esta mujer. Esto indica que, efectivamente, Macarena podría haber sido víctima de sectas religiosas. Su propio hermano admitió la posibilidad de que su hermana entregara el niño a un grupo religioso.
'Lo entregó a alguien por dinero'
También ha avalado esta versión el padre de la hija pequeña de Macarena. “Cuando sufrió el primer brote psicótico, en 2017, empezó a interesarse por temas religiosos, cultos y sectas”, explicó a la policía. Asegura que estaba obsesionada con que la religión podía curar a Antonio David.
La imagen de Macarena en su perfil de Whatsapp justo antes de los hechos es la de un Cristo crucificado y doliente. La hipótesis de una posible influencia de las sectas crece cada vez más. La hija mayor, de 19 años, apunta a que pudo entregar a su hermano a alguien por dinero y luego empezar el Camino de Santiago.
Una vecina de la localidad confirma que Macarena y su hijo vivían rodeados de santos. Pero la policía no encontró nada cuando registró su hogar. A fecha de hoy, lo único que se sabe con certeza es que la desaparición de Antonio David Barroso sigue siendo un gran enredo.