Los sanitarios se están enfrentando estos días a situaciones muy complicadas en la primera línea de la atención ante los rebrotes. Tras el período de gran estrés que sufrió el personal sanitario en los meses de marzo y abril, en los últimos días se vuelven a ver sometidos a una gran presión. Pero con algunas circunstancias no contaban.
El sindicato sanitario valenciano Intersindical Salut ha denunciado amenazas de muerte a sanitarios de Castellón encargados de controlar los brotes del Coronavirus en la zona. Las graves amenazas han sido recogidas también en varios medios.
Los denunciantes se han dirigido por carta a las autoridades sanitarias valencianas para denunciar amenazas y agresiones al personal médico y de enfermería del ambulatorio Pintor Sorolla del barrio de San Lorenzo de la capital castellonense. La situación reviste especial gravedad, según la denuncia, por la gran variedad de insultos y amenazas.
En la denuncia se informa de numerosos casos de amenazas y agresiones recibidas por los sanitarios cuando se desplazan a los domicilios de las personas bajo control para realizarles las pruebas para detectar la inmunidad contra el Covid-19.
En el informe se detallan algunas de las agresiones. Relatan empujones a enfermeras, insultos al personal médico o amenazas directas como «te vamos a rajar, niña» o «vamos a destrozar tu coche». Los profesionales sanitarios también se quejan de tener que acudir a estos servicios en sus propios vehículos y tener que cambiarse el traje de protección en plena calle.
El sindicato exige que la Conselleria autorice el uso de vehículos pertinentes para realizar estas tareas bajo estrictas medidas de seguridad. También pide preservar la seguridad del personal sanitario que estos meses está en la primera línea de fuego para hacer frente a la pandemia, y sugiere movilizar a los agentes de la policía para evitar este tipo de amenazas y agresiones.
Intersindical Salut también ha detectado problemas en otro centro de salud en el Grao, donde la falta de personal y la desorganización están causando varios problemas. La tensión hizo que este lunes se personara una patrulla de la Policía Local para intentar solucionar los altercados.
Nervios y malos modos
Ante esto, piden más medios. Un miembro del personal de este centro admite que «la gente se queda y muchas veces con razón. Si la Conselleria quiere que la atención sea por teléfono o vía telemática, hay que poner los medios para hacerlo. Pero hay cosas que requieren ir al centro y no se está tratando como es debido».
Los sanitarios de este centro denuncian la falta de medidas para hacer frente a la pandemia ante la avalancha de pacientes. Dicen que trabajan en malas condiciones y que corren un riesgo real de contagio. Tampoco ayudan las actitudes incívicas de algunos pacientes que acuden al centro de salud sin mascarilla o recurren a la violencia verbal.
«Hace poco vino un hombre exigiendo que le diéramos una mascarilla porque se tenía que ir a comprar al Mercadona», relata un sanitario. Pero también anima a los pacientes a que denuncien estas carencias ante la Conselleria.