Los habitantes de Alacón (Teruel) están resignados, pero animados, ante el brote de coronavirus detectado en la localidad, que de momento afecta a ocho personas de una misma familia, residentes en dos viviendas diferentes. En un primer momento se había informado de 4 casos positivos.
Fuentes del Gobierno de Aragón han explicado a Efe que el brote está bastante controlado, con la intención de atajarlo desde el principio, que casi todos los afectados son asintomáticos y que se han tomado las medidas de aislamiento necesarias para atajarlo.
Ricardo Alquézar, el alcalde de esta pequeña localidad, de apenas 250 habitantes dentro de la comarca Andorra-Sierra de Arcos, ha dicho que se están haciendo pruebas PCR en el consultorio de la cercana localidad de Muniesa a los contactos cercanos de los contagiados, y también a los once participantes del taller de empleo, de los que siete han dado negativo, tres positivos -de la misma familia- y falta uno por confirmar.
Según ha explicado a Efe Alquézar, el contagio se originó hace unos diez días, cuando un familiar de Lleida, provincia especialmente afectada por los rebrotes y donde una comarca está confinada totalmente, viajó a Alacón a visitar a sus parientes.
A los dos o tres días, algunos de los miembros de esta familia mostraron síntomas leves, y se activó el protocolo que ha permitido detectar este brote, y aislarlo.
Desde entonces los afectados están aislados en sus domicilios siguiendo las pautas que se les ha indicado.
El alcalde ha explicado que aunque desde el inicio de la pandemia se ha desinfectado exhaustivamente el pueblo, especialmente en los lugares más concurridos, como el bar o la tienda, ahora esa limpieza se realiza todos los días.
La gente en el pueblo está «tranquila y con ánimo; qué remedio», dice el alcalde, quien no rechaza que las personas que tienen en él una segunda residencia vayan, pero siempre que prime la responsabilidad individual, se guarden las distancias y se utilicen las mascarillas de seguridad, porque «sabe malo» que la gente no se comporte así después de tres meses en los que los habitantes del pueblo sí que han hecho los deberes.
El único bar de la localidad ha decidido cerrar durante quince días, a partir de hoy.