Una trabajodora de un hospital con instrumental médico en la mano

'Cuatro meses después mi tumor se ha hecho más grande, y mi angustia también'

Otro hombre se suma a las denuncias sobre la falta de atención de los sanitarios a pacientes con otras patologías que no son coronavirus

Una trabajodora de un hospital con instrumental médico en la mano
Han pasado cuatro meses y el tumor se ha hecho más grande; mi angustia, también | Àngel Ullate

La crisis sanitaria ha afectado a todo el mundo, pero especialmente a aquellos que tienen otras patologías y que han visto afectadas sus visitas médicas para dar prioridad a las personas con coronavirus

Desde el inicio de la pandemia se han conocido muchos casos de defunciones de pacientes con otras enfermedades que no fueron atendidos.

Hace unas semanas conocíamos los casos de Lidia, Leonor, María y Sonia, cuatro mujeres que han fallecido después de que sus respectivos centros médicos les aplazasen o eliminasen las visitas. Ahora, tal y como hizo Jesús, otro hombre ha hecho pública su historia.

«El 30 de junio acudí a mi CAP por un bulto en el cuello. La doctora me diagnosticó una adenopatía», ha explicado Juan Gutiérrez en 'El Periódico'. 

«Desde entonces el proceso ha sido el siguiente. 31 de julio, primera visita en otorrinolaringología. 19 de agosto, TAC. 25 de septiembre, segunda visita a otorrinolaringología con diagnóstico de 'tumor en la glándula parótida', al parecer, benigno». 

«Me solicitan una ecografía más biopsia (me llamarán para concretar fecha) y me dan nueva cita para el 6 de noviembre. El 28 de octubre aún no me han llamado para la prueba pendiente, me extraña y llamo a consultas externas. Me dicen que han de reprogramar la prueba y, por lo tanto, la visita». 

Han «pasado cuatro meses» desde su primera visita en el centro médico y sin embargo, todavía no ha vuelto a tener noticias ni le han dado fecha para una nueva cita. «El tumor se ha hecho más grande; mi angustia, también».

«Comprendo la presión a la que está sometida la sanidad pública por el Covid-19, agradezco el esfuerzo sobrehumano que están haciendo los sanitarios, deploro la incompetencia de muchos políticos y la insolidaridad de muchos ciudadanos, pero creo que el retraso en las pruebas, diagnósticos e intervenciones que ahora no se consideran urgentes, acabarán siendo una bomba de relojería que estallará dentro de unos meses con más dolor y muertes».

Tras los intentos en vano de seguir acudiendo a los centros públicos de salud, ha decidido que acudirá a uno privado. Pero él quiere que su caso se haga viral y concienciar de que todos los pacientes son importantes y no solo los de coronavirus

«Voy a tener que gastar mis escasos recursos en una clínica privada o esperar, con el riesgo que eso supone para mi salud, a que me toque la rifa y me atiendan en un hospital público». 

La denuncia de María

María es otra víctima del colapso de la sanidad. Hace un año le diagnosticaron cáncer y fue entonces cuando empezó una dura batalla, que empeoró todavía más con la llegada de la pandemia

«El tratamiento se demoró dos meses. Yo tenía que haber estado lista en abril para recibir la radio en mayo y acabé con ella en agosto», explicó a '20 minutos'.

«Estuve dos meses llorando sin parar, con una ansiedad tremenda, de mal humor, tomando pastillas para dormir todas las noches. No sabía si era verdad que el cáncer había desaparecido, si podía volver, si podía extenderse… Y por lo que veía en las noticias tampoco sabía cuándo me podrían volver a operar». 

A María le habían extirpado el tumor y recibía quimioterapia una vez a la semana cuando estalló la epidemia. El 9 de marzo debía ser su penúltima sesión, pero en aquel momento la sanidad ya estaba colapsada y ella misma dio positivo en coronavirus, lo que provocó que no se la volviese a tratar.

«Presenté síntomas, me hicieron la PCR y me ingresaron. Me dijeron que no tenía defensas y se me volvió a parar el mundo». La infección no afectó a los pulmones y tras cinco días en el hospital, María pudo marcharse a casa y hacer allí la cuarentena.

«Todas las semanas me daban cita y todas las semanas me la anulaban. Intentabas hablar con Oncología y era muy complicado. Me habían dicho que estaba protegida durante un mes, porque acababa de terminar la quimio, pero el mes pasó».

«Me he sentido muy desamparada. A la deriva. Los pacientes de otras enfermedades hemos sido daños colaterales de la Covid».No fue hasta finales de mayo que finalmente consiguió que le atendieran y retomar su tratamiento.