David Ávila Ramos fue asesinado el 12 de mayo de 2018 en un ajuste de cuentas en Marbella. Murió a tiros cuando entraba en el coche donde le esperaban sus dos hijos y su mujer en el asiento de atrás. Fue en las puertas de la iglesia donde había tenido lugar la comunión de su hijo.
Las circunstancias que envolvieron este suceso hizo que aperciera en protada de toda la prensa nacional. Se trataba de un ajuste de cuentas más en la Costa del Sol, pero en este caso con los hijos de la víctima como testigo. Tres años después, muchas incógnitas siguen planeando sobre este asesinato.
12 de mayo de 2018: David Ávila, alias Maradona, se dispone a entrar en el Audi gris donde le esperan su esposa y sus dos hijos. Uno de ellos, el pequeño, acaba de hacer la comunión. De repente, un hombre con un casco de moto se acerca a él y le dispara tres tiros a bocajarro.
Una de las balas impacta en la víctima mortalmente. Las cámaras de vigilancia a las que recurrió la Policía para la investigación muestran a los dos niños corriendo hacia el resto de la familia. Las escenas de pánico se adueñaron del lugar en lo que tenía que ser una jornada memorable para el niño pequeño.
La muerte de David
La familia de la víctima intentó desde el principio desvincular el crimen con un ajuste de cuentas. Pero los investigadores, experimentados en este tipo de sucesos, lo relacionaron inmediatamente con el narcotráfico. Para resolver el caso, primero tenían que identificar al presunto asesino.
Los testigos lo identificaron como un hombre de mediana estatura que había huido con una moto "beige". Uno de ellos aseguró haberle visto la cara y le describió como una persona de tez blanca sin barba. Pero otro detalle acercó a los agentes hacia la resolución de este crimen a sangre fría.
David era dueño de un gimnasio en Marbella y el 25 de marzo alguien había intentado prender fuego a su negocio. Un día más tarde hubo otro ataque a otro de sus locales, la discoteca Heaven. En ambos actos se identificó un mismo coche, un Golf de color negro con un número de matrícula.
Esto llevó a los investigadores hasta una familia de La Lína de la Concepción vinculada con el tráfico de drogas. Tras analizar de nuevo las imágenes del crimen, localizaron la moto Yamaha T-Max en un garaje de una urbanización de la Costa del Sol. También identificaron al autor de los disparos.
En los informes aparece el nombre de Karim Abdul Karim, un marroquí que alardeaba en redes sociales de practicar tiro. Dos coches le habían dado cobertura para cometer el asesinato. Uno de ellos iba conducido por una mujer, relacionada con el capo de una peligrosa banda de sicarios suecos.
Claves de la investigación
El mismo día que David fue asesinado, la Policía paró en Marbella a tres personas. Dos tenían pasaporte iraní, y un tercero era el hermano de la banda de narcos suecos. Los tres llevaban unos guantes y unos prismáticos escondidos debajo del asiento, un detalle que acabaría siendo crucial para la investigación.
Siguiendo el rastro de la moto, los agentes lograron saber que había sido vendida en febrero de ese mismo año a una mujer de Suecia. Por lo tanto, tenían dos líneas de investigación que convergían. Por un lado, los ataques a los negocios de la víctima, y por otro, el asesinato de David.
A partir de ahí, elaboraron una teoría principal. Un rival de David llamado Sofian había contratado a los miembros de una familia de la Línea de la Concepción para quemar sus negocios a modo de advertencia. Al no surgir efecto, recurrió a los servicios de los sicarios suecos.
Sofian Ahmed Barrak fue ejecutado en Marbella cuatro días después cuando salía de su casa. Creen que hubo un desencuentro entre él y los sicarios, y que esto acabó costándole la vida. Los principales acusados por los dos crímenes negaron la vinculación con esas muertes.
Varios testigos protegidos en Ceuta aseguran que la muerte de Sofian fue ordenada por una tercera banda de sicarios. Y señalan directamente a El Loco, un antiguo conocido de la policía que acabó muerto en aguas ceutíes en 2020. Muchas incógnitas siguen abiertas sobre este macabro asesinato.