Más de un mes de la desaparición de las pequeñas de Tenerife, continúan las labores de rastreos. Ahora las autoridades de Tenerife investigan si el hallazgo de la botella de oxígeno encontrada el lunes, pertenece al padre de las niñas, Tomás Gimeno. El progenitor es aficionado a la pesca submarina.
Los expertos trabajan a contrarreloj para dar con el paradero de Anna y Olivia, desaparecidas hace casi seis semanas.,
Siguen las búsquedas a las pequeñas de uno y seis años y también continúa el plan de Beatriz y SOS Desaparecidos para recuperarlas.
Por su parte, este lunes, el buque oceanográfico equipado con un sonar y un robot submarino avistó la botella de oxígeno. También una sábana en el fondo del mar. Así lo informaron fuentes cercanas a la información a Efe.
A partir de aquí, los dos objetos se analizarán para verificar si tienen relación con los hechos. En lo referido a la botella de oxígeno, si esta pertenece a Tomás Gimeno.
Por otro lado, las fuentes desvelan que las botellas de oxígeno usadas para hacer submarinismo contienen un número de identificación.
Además, cada vez que se rellenan se llevan a una zona característica para saber si la presión es óptima y esto queda registrado.
La Guardia Civil pide que se amplíe el periodo de búsqueda
La botella se encontró el día en el que se tenía previsto que terminase la búsqueda. La última jornada de inspección del buque Ángeles Alvariño, cedida por el Instituto Español de Oceanografía, frente al litoral de Santa Cruz de Tenerife. En este punto es donde se ha realizado un rastreo en una superficie de unas diez millas cuadradas.
Por otro lado, los investigadores buscan en 10 millas al progenitor. Una zona en donde se cree que Tomás Gimeno pudo arrojarse al fondo del mar con los petates
En este sentido, fuentes cercanas a la investigación han explicado a Efe que la Benemérita solicitará que se amplíe el tiempo de búsqueda con el buque oceanográfico. Especialmente en referencia al avance del objeto y lo que podría suponer este mismo.
El lugar escogido para iniciar las búsquedas con el dispositivo fue consensuado por la tripulación del Ángeles Alvariño y por la Guardia Civil. Esto se hizo a partir del geoposicionamiento del móvil del padre de las dos pequeñas en la noche del 27 de abril. Momentos previos se hizo a la mar en dos veces distintas.
Precisamente las dos veces lo hizo solo sin sus hijas, aunque fue visto embarcando varias maletas y bolsas que sacó de su vehículo.
En los últimos días, el cuerpo de la Guardia Civil ha realizado en las últimas jornadas una exploración con un equipo especial para hacer una simulación 3-D. La simulación se ha llevado a cabo por medio de las imágenes de las cámaras de seguridad del puerto. El objetivo no es otro que ver si coincide el tamaño y el peso de los bultos que cargó en su embarcación aquella noche Tomás.
Lo cierto es que en aquellas dos salidas nocturnas, Tomás Antonio G.C. fue interceptado por la Guardia Civil y propuesto para sanción. Cabe recordar que por aquel entonces sí que había toque de queda.
En ese momento, los agentes no encontraron nada sospechoso, y a esa hora la madre de las niñas todavía no había denunciado su desaparición.
El progenitor acudió a una gasolinera a comprar un cargador de móvil y se volvió a embarcar. Dieciséis horas después su lancha fue hallada a la deriva, vacía y sin ancla al lado del Puertito de Güímar. Así mismo, fue encontrada una silla de retención infantil de una de las niñas.