Si hace unos días conocíamos que un cura era noticia por haber fallecido en su parroquia, hoy otro lo es por un motivo muy diferente. El que ahora es protagonista de los medios responde al nombre de Fernando. Estuvo al frente de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de la pedanía murciana del Santo Ángel.
Si su nombre hoy resuena en la prensa es porque se enfrenta a la petición de la Fiscalía de 5 años de cárcel. Se le acusa de oficiar bodas falsas entre nigerianos y gitanas por cada una de las cuales, según un amigo ha contado a El Español, podría haber obtenido hasta 4000 €.
La supuesta trama de bodas falsas del cura Fernando
En el año 2001 fue cuando el sacerdote llegó a la mencionada iglesia de una localidad de poco más de 6000 habitantes. Y desde el primer momento sorprendió a todo el mundo por su singularidad. Sí, porque, según los vecinos, conducía un Audi, tenía un smartphone caro y acudía mucho al casino, entre otras cosas.
Esta ajetreada vida social fue la que le hizo conocer a Godfrey y Osaratin. Dos hombres estos que se dedican a regularizar ilegalmente a inmigrantes a cambio de sumas que podían alcanzar los 7000 €. Al parecer, conseguían que españoles aceptaran casarse con aquellos a cambio de una cantidad de dinero.
Una trama esta en la que, según las investigaciones, el párroco entró de lleno.
Según se ha dado a conocer, cuando los dos individuos contaban con la documentación de los futuros contrayentes, se la enviaban a Fernando. Este de lo que supuestamente se encargaba era de darle forma a las notificaciones de matrimonio canónico. Y para esto no dudaba en hacer uso del sello de la parroquia.
Lo hacía sin cumplir con las exigencias y requisitos establecidos para ello. Es decir, sin tener en cuenta que el marido y la mujer tenían diferentes religiones y no contaban con la necesaria dispensa. Y es que, por ejemplo, casaba a nigerianos que seguían el Islam con gitanas que eran evangélicas.
Vamos, que el clérigo no hacía caso a la ley de su Iglesia Católica.
Una vez que los contrayentes contaban con su correspondiente notificación iban con ella al Registro Civil. De esta manera lograban el consabido libro de familia y así los inmigrantes podían pedir el permiso de residencia.
El cura Fernando podría acabar en la cárcel por las bodas falsas
Mañana miércoles es cuando este sacerdote va a tener que sentarse en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. La Fiscalía pide para él 5 años de cárcel y una multa de hasta 22 meses por un presunto delito de falsificación de documentos públicos.
De igual modo, también se solicita para aquel otra multa de 12 meses por un delito continuado contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Todo por haber acometido supuestamente un total de 16 bodas falsas entre 2001 y 2012. La trama fue descubierta por la Policía Nacional. Lo hizo tras una investigación que fue acometida por la Brigada de Extranjería y Fronteras.
Asimismo, el Ministerio Fiscal ha solicitado que se anulen los citados matrimonios y que, en caso de que se condene al sacerdote, se avise a Interior. En concreto, para que estudie a fondo los permisos de residencia concedidos a partir de estos enlaces.
El citado El Español ha contactado con el religioso ante la inminencia del juicio. Este, que ahora está en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia en Cartagena, ha manifestado: “Estoy muy tranquilo”. Eso sí, no tiene intención de realizar ninguna declaración más al respecto, al menos hasta que haya una sentencia.
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