Es una variable que va a estar presente en todo lo que ocurra en la política española desde ahora y hasta el 4 de mayo: la celebración de elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid constituye un elemento clave para calibrar la importancia que tengan, hasta entonces, pactos, desacuerdos, declaraciones, contradeclaraciones y cualquier noticia o escándalo que pueda suceder hasta la fecha electoral. Es bajo esa clave que toma una mayor importancia lo que ocurre durante esta semana en la Audiencia Nacional, durante el juicio de la 'caja B' del PP.
El proceso está en marcha desde hace algunas semanas y no hay duda de que todo lo que allí acontezca puede dañar directamente la imagen de la formación que preside Pablo Casado. Pero es cierto que la convocatoria anticipada de elecciones en Madrid amplifica el posible perjuicio que pueda sufrir la formación ante los titulares que pueda dejar el proceso que siente a su exgerente y extesorero, Luis Bárcenas, en el banquillo de los acusados. Cabe recordar que el juicio pone el foco en el supuesto pago en dinero negro de la reforma de la sede del partido en la calle Génova de Madrid, pero también se tratan los sobresueldos presuntamente cobrados con dinero 'B' por varios exdirigentes del partido.
Una semana clave en la Audiencia Nacional para el PP, con especial atención a este miércoles: Rajoy y Aznar
Pero, ¿por qué esta semana, y en especial este miércoles, es un día clave para el futuro del PP? Pablo Casado, como presidente del partido, e Isabel Díaz Ayuso, como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, van a estar muy pendientes de lo que ocurra en la Audiencia Nacional. Este miércoles, 24 de marzo, declaran buena parte de los pesos pesados históricos de la formación como testigos en el juicio que se está celebrando en la Audiencia Nacional: los dos últimos expresidentes del partido —y del Gobierno— tomarán todo el protagonismo. José María Aznar y Mariano Rajoy tienen su cita con la Audiencia Nacional este miércoles. Junto a ellos, también está previsto que declare quien fuera ministro de Justicia, José María Michavila (2002-2004).
Será la primera ocasión en que el expresidente Aznar declare ante la Justicia por la 'caja B' del PP, que existió durante su liderazgo en el partido. La sentencia del caso Gürtel dio por probada la existencia de la contabilidad en negro desde el año 1989. Mariano Rajoy repetirá su experiencia como testigo, ya que cabe recordar que compareció ante el juez durante el juicio de Gürtel, cuya sentencia fue el detonante de la moción de censura que le expulsó del Gobierno en junio de 2018.
La jornada del miércoles adquiere una importancia mayúscula, pero no es la única en que Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso estarán muy atentos a lo que se diga en sede judicial. Este mismo martes ya se han producido declaraciones de exdirigentes destacados del partido. Entre la lista de los comparecientes de hoy se encuentran la exsecretaria general del partido María Dolores de Cospedal (2008-2018), que también fue ministra entre 2016 y 2018; así como los exministros Javier Arenas (1996-1999; 2002-2004), Francisco Álvarez Cascos (1996-2004) y Jaume Matas (2000-2003). También pasarán por la Audiencia Nacional el expresidente del Senado Pío García-Escudero, los exdiputados Jaime Ignacio del Burgo y Eugenio Nasarre y el periodista Pedro J. Ramírez.
La 'semana horribilis' del PP también se extiende hasta el jueves: será entonces el turno de los exministros Rodrigo Rato (1996-2004) y Federico Trillo (2000-2004), además de uno de los líderes de la trama Gürtel, Pablo Crespo; y de los empresarios José Miguel Villar Mir y Alfonso García Pozuelo.
Casado y Ayuso, muy pendientes de lo que ocurra
El calendario de declaraciones del juicio a la caja B del PP viene, como se puede comprobar, muy cargado esta semana. Lo que ocurra en la Audiencia Nacional, cualquier delcaración, acusación o palabra, puede derrumbar como un castillo de cartas la situación del Partido Popular. Por ello su presidente, Pablo Casado, está especialmente pendiente de lo que acontezca en sede judicial. Su fragilidad como líder del partido le añade un plus de preocupación sobre las acusaciones que se puedan verter sobre el partido que dirige.
Además, el hecho de que falten tan solo seis semanas para las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid pone a Isabel Díaz Ayuso muy pendiente de lo que se diga en la Audiencia Nacional. Todas las encuestas dan a la candidata popular una cómoda victoria en los comicios del 4 de mayo, pero hay tiempo suficiente como para que la actualidad, marcada por el juicio a la caja B del PP, pueda truncar sus expectativas y hacerle perder la estabilidad y el control que mantiene sobre la situación política en Madrid. Un escándalo no previsto puede tener consecuencias irreparables por lo que a la posible victoria de Ayuso se refiere.