La convocatoria de elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid para el próximo 4 de mayo han supuesto no tan solo una revolución del tablero político estatal —que no preveía comicios hasta las andaluzas de diciembre de 2022 y las municipales y autonómicas de 2023—, sino también el efecto contrario. La batalla por la presidencia de una comunidad de tanta importancia como Madrid contribuye a que los partidos se mojen con claridad sobre las grandes cuestiones que están encima de la mesa política y que abandonen las ambigüedades en las que pueden caer a menudo durante el desarrollo habitual de una legislatura.
'Impuestazo', 'dumping', 'armonización fiscal'... ¿qué significa todo esto?
Eso es exactamente lo que ha ocurrido ahora con el debate de la armonización fiscal en España, que el Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos acordó con ERC a cambio de su apoyo, en diciembre, a los Presupuestos Generales del Estado 2021. Los republicanos exigieron «acabar con el paraíso fiscal de Madrid», en referencia al hecho de que los impuestos de patrimonio, sucesiones y donaciones son en la Comunidad de Madrid más bajos a través de deducciones y bonificaciones, lo que hace que establecerse en la Comunidad sea más atractivo para algunas personas y empresas, haciendo competencia —«desleal», según defendía entonces ERC— a otros territorios del Estado: una práctica que se conoce como 'dumping fiscal'.
Para acabar con esta situación, el Gobierno se comprometió a una armonización fiscal de los impuestos cedidos a las comunidades autónomas. Es decir, establecer unas normas tributarias que obligaran a que, especialmente los tres impuestos mencionados —patrimonio, sucesiones y donaciones— se tuvieran que situar dentro de unas horquillas máximas y mínimas determinadas; una medida con la que se conseguiría que los impuestos fueran muy parecidos en todos los territorios del Estado. Desde el primer día, la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a revalidar el cargo, Isabel Díaz Ayuso, dejó clara su oposición a esta medida para acabar con el 'dumping fiscal', que implicarían para su comunidad una notable subida impositiva en patrimonio, sucesiones y donaciones —algo que, popularmente, se ha conocido bajo el nombre de 'impuestazo'.
Una victoria del PP supone, pues, que el Gobierno madrileño se opondrá firmemente a esta medida, si bien es cierto que el poder de la armonización lo tiene el ministerio de Hacienda del Gobierno español, en manos del PSOE y de María Jesús Montero. Lo cierto es que Hacienda había mostrado intención de convocar en breve la mesa de negociación para la armonización fiscal, pero ahora la campaña madrileña compromete seriamente las opciones de que esta propuesta pactada por el Ejecutivo siga adelante. Ángel Gabilondo, candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid, ha sido quien ha puesto el freno a las intenciones del Gobierno: «Mi idea es que en esta coyuntura excepcional no se toque la fiscalidad en estos dos años», dejaba claro el cabeza de cartel de los socialistas en Madrid.
Gabilondo también se opone a la propuesta de armonización
Unas palabras de Gabilondo que dejan claro y meridiano que es partidario de no tocar impuestos durante los dos años que duraría su Gobierno, en caso de que accediera a la presidencia. Cabe recordar que aunque las elecciones sean el próximo 4 de mayo de 2021, la legislatura caducará igualmente en mayo de 2023, de forma que Madrid volverá a ir a elecciones acoplándose al ciclo electoral de la mayoría de comunidades (solo Cataluña, Galicia, el País Vasco y Andalucía tienen ciclos electorales independientes). En todo caso, pues, el PSOE madrileño rechaza también la imposición del 'impuestazo'. «Abrir todo el proceso de la fiscalidad en este momento nos parece que llevaría a la inoperancia de un gran debate», declaraba este lunes en 'La Sexta' Ángel Gabilondo.
Se trata de una autoenmienda de los socialistas madrileños, que el mes pasado defendían en la Asamblea de Madrid limitar las bonificaciones del impuesto de patrimonios para las rentas más altas. No tocar la fiscalidad en dos años representa un giro radical a la propuesta que ellos mismos presentaban hace escasamente un mes en la cámara de Vallecas. Gabilondo plantea un «gobierno de transición» hasta 2023 con Más Madrid y Ciudadanos en caso de que las tres formaciones sumen, y es en este marco en el que defiende la necesidad de no hacer grandes reformas, de modo que defiende no aplicar el famoso 'impuestazo' con el que el Gobierno pretendía empezar a trabajar de forma inminente.
Así pues, la convocatoria de elecciones anticipadas en Madrid ha servido para desvelar definitivamente la mayor incógnita que planeaba sobre el futuro impositivo en la Comunidad. Gobierne quien gobierne —parece claro que lo seguirá haciendo Ayuso, si bien el PSOE es la única alternativa capaz de liderar otra mayoría—, se opondrá a la subida de impuestos en materia de patrimonio, sucesiones y donaciones, de forma que el futuro del 'impuestazo' parece estar condenado a caer en el olvido.