Hace una semana, el rey Felipe VI se vestía con guantes, mascarilla y corbata oscura para agradecer a los miembros de los distintos cuerpos policiales su trabajo «ejemplar en estas difíciles circunstancias».
En su visita al Centro de Coordinación Operativo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, hubo un detalle en el monarca, su corbata oscura en señal de duelo para honrar a los muertos por el coronavirus, que no pasó desapercibido para los analistas de la Casa Real y de los diferentes medios de prensa.
Muchos alabaron el gesto de Felipe VI y aprovecharon para criticar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que sigue eligiendo ponerse una corbata roja en la mayoría de sus apariciones públicas, cuando la cifra de fallecidos en España supera ya los 20.000, a falta de la cifra actualizada de muertos en las residencias de mayores.
«La corbata de luto es sin lunares ni rayas», afirma una experta en protocolo
A pesar del buen gesto del monarca español, han salido voces discordantes con el Rey como la de Patrycia Centeno, experta en protocolo y en el estudio del lenguaje no verbal de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Esta académica de corte independentista, ha querido puntualizar que el Rey de España no iba de riguroso luto. «La corbata de luto es negra, sin lunares ni rayas. Si no se tiene una a mano, sirve azul oscura (sin dibujo ni estampado alguno). Y la camisa también debe ser lisa», expone Patrycia Centeno.
La experta en temas de protocolo critica que el rey Felipe VI lució aquel día una corbata de puntos blancos, «absolutamente incompatible con el luto. Además, la camisa tampoco era blanca sino a rayas. El protocolo exige camisa blanca y corbata negra, totalmente lisas, sin ningún estampado o cenefa», concluye Centeno.