Foto del asesino y el levantamiento del cadáver

'Ya avisé a María que Enrique la iba a matar'

Enrique José mató a su abuela María Gertrudis en Jinámar (Gran Canaria), días después de un tiroteo

María Gertrudis crió a su nieto Enrique José durante los 33 años en los que este acumuló altercados y antecedentes penales. La mujer de 86 años murió ayer apuñalada por su nieto en el interior de una vivienda en Jinámar (Gran Canaria). Uno de los hijos de la víctima ya la había advertido varias veces.

“Ya la avisé de que la iba a matar”, afirma en referencia al carácter agresivo del asesino de su madre. Enrique José, apodado Kike el Peluquero, había pasado varias temporadas en la cárcel por su conducta delictiva. Sin ir más lejos, el viernes pasado se vio involucrado en un tiroteo en el mismo barrio.

La Policía Nacional investiga ahora si los dos dos sucesos (el tiroteo del viernes y el crimen de ayer) tienen algún tipo de relación. La víctima mortal del apuñalamiento ha sido identificada como María Gertrudis Mújica Martín, apodada Sara. Su nieto Kike el Peluquero ha sido detenido como presunto autor.

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Había estado en la cárcel

Gertudis crió a su nieto Kike desde que era un niño, y se mantuvo fiel a su lado a pesar de sus fechorías. El joven se vio envuelto en multitud de delitos, la mayoría por tráfico de drogas y consumo de estupefacientes. Pasó por la cárcel en varias ocasiones, la última hace apenas unos meses.

Montaje con foto del detenido
El asesino fue víctima de un tiroteo hace unos días | LND

El 29 de diciembre salió de la cárcel, y su abuela lo volvió a acoger en su piso del bloque 3 de la calle Lomo Las Brujas. Sus familiares ya la habían advertido en varias ocasiones del carácter agresivo del chico. Ella le había echado de casa varias veces por su conducta, pero esta vez lo volvió a meter en su casa.

Allí vivieron estos últimos meses Gertrudis, su hijo Enrique y el hijo de este y nieto de la mujer, Enrique José. Otro de los hijos de la fallecida les advirtió: “Si me entero de que le hacéis algo, me vais a ver”. Ayer se desencadenó la tragedia que acabó con la vida de la mujer octogenaria.

El tiroteo de Viernes Santo

Enrique se ganaba la vida cortando el pelo a sus clientes por el barrio, y de ahí le viene el apodo. De hecho, su sueño era alquilar un local para montar su propia peluquería y así poder alejarse del mundo de la delincuencia. El pasado viernes, todo se truncó por un incidente violento.

Un hombre se bajó de un todoterreno armado con una escopeta de caza y abrió fuego contra él. El tiro impactó contra la mano izquierda de Kike el Peluquero, que perdió cuatro de sus dedos. Un amigo suyo, identificado como Jonathan, también resultó herido al ser disparado por la espalda.

Kike recibió el alta hospitalaria de manera voluntaria el lunes, y volvió a casa de su abuela en Jinámar. Allí se produjo un enfrentamiento entre padre e hijo que acabó con el primero teniendo que ser atendido en un centro de salud. Al volver a casa se encontró con el escenario del macabro crimen.

Detenido por la policía

Enrique encontró a su madre tirada en el suelo, en la entrada, con varias heridas de arma blanca. La anciana presentaba cuchilladas en el cuello y en la espalda que acabaron con su vida prácticamente en el acto. Eran las dos y media de la tarde cuando el padre dio la voz de alarma por lo ocurrido.

Foto del lugar
El suceso tuvo lugar en este bloque de Jinámar | Cedida

El presunto autor del crimen, Kike, salió del bloque 3 y se metió en el 7, a escasos metros en línea recta, visiblemente alterado. Se refugió en el rellano muy nervioso, al parecer bajo los efectos de alguna droga. Varias dotaciones de policía acudieron al lugar para proceder a su detención.

Los altercados acontecidos en los últimos días en esa zona obligaron a la policía a montar un dispositivo especial de seguridad. Los agentes de Homicidios abrieron una investigación para esclarecer lo ocurrido. A las seis de la tarde se procedió al levantamiento del cadáver, donde hoy se le practicó la autopsia.

Un joven parapléjico

El suceso causó una gran estupefacción entre los vecinos, que siguieron los sucesos desde los balcones colindantes. Gertrudis era una mujer conocida en el vecindario, y su muerte ha causado una gran tristeza. Los vecinos están consternados pero también preocupados por el aumento de la criminalidad. 

Los últimos acontecimientos han desatado el pánico y las calles del barrio están desiertas la mayor parte del día. En el tiroteo del pasado viernes resultó herido un amigo de Kike, que se encuentra grave en el hospital. Ha sido intervenido varias veces, y podría quedar parapléjico.

La policía investiga también ese suceso que de momento se ha saldado con dos heridos y ningún detenido. Jonathan, el más grave, recibió un disparo por la espalda y perdió mucha sangre. Los agentes investigan el altercado como un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas.