Marcelo Pecci, fiscal paraguayo de 45 años, se encontraba tras un caso de incautación de grandes bienes a la mafia de su país. El pasado 10 de mayo, a las 10:30 de la mañana, dos sicarios desembarcaron en la playa donde se encontraba su pareja. Le descerrajaron dos tiros que acabaron con su vida.
La policía investiga ahora si la mafia paraguaya está detrás de este crimen por el caso A Ultranza Py. Otra posibilidad es que el crimen fuera ordenado por el grupo terrorista islámico Hezbollah. Y es que el fiscal Pecci llevó el expediente que supuso la extradición de uno de sus líderes por narcotráfico.
La ejecución a sangre fría del fiscal Marcelo Pecci tiene tintes más dramáticos si cabe, ya que se encontraba en el Caribe de luna de miel. Murió el día más feliz de su vida, ya que él y su mujer anunciaron al mundo que serían padres. La prioridad de las autoridades ahora es encontrar a los autores materiales.
Asesinato en el paraíso
El fiscal Marcelo Pecci y su pareja Claudia Aguilera, periodista paraguaya, se casaron el 30 de abril en Asunción. Viajaron a Colombia para disfrutar de su luna de miel en las paradisíacas playas del Caribe. El 10 de mayo por la mañana, Claudia sorprendió a Marcelo con el anuncio de que estaba embarazada.
Marcelo no podía ser más feliz, y desde la playa de Barú dieron la noticia al mundo en su cuenta de Instagram. Poco después, a media mañana, dos sicarios aparecieron en una moto acuática y desembarcaron en la playa del hotel Decamerón. Allí se encontraban los recién casados, Marcelo y Claudia.
Uno de ellos se bajó de la moto y sin decir palabra descerrajó dos tiros al fiscal. Uno de ellos impactó en la cara, el otro en la espalda, y la víctima murió prácticamente en el acto. Los autores del atentado huyeron en la misma moto acuática después de efectuar otro disparo al vigilante de seguridad.
La principal hipótesis
La ejecución a sangre fría causó una gran conmoción en la playa, donde instantes antes se vivía una mañana tranquila. Varias personas intentaron socorrer a la víctima, pero Marcelo ya estaba muerto. Claudia, desconsolada, se abrazó al cuerpo de su esposo consciente de que su sueño había acabado de golpe.
La policía de Paraguay y la de Colombia están cooperando junto a las autoridades de Estados Unidos para resolver el crimen. Lo que está claro es que Marcelo tenía muchos enemigos. Era fiscal especializado en narcotráfico y estaba detrás de grandes casos que afectaban a grupos mafiosos y terroristas.
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La principal hipótesis es que el asesinato fue ordenado por los capos del crimen organizado que Pecci tenía en el punto de mira. Su operación iba dirigida contra el tráfico de cocaína que desde Paraguay da salida a mercados europeos, australianos y asiáticos. Además, tenía enfilados a varios políticos.
Operación policial a gran escala
En Paraguay la participación de políticos en el narcotráfico es un fenómeno muy extendido. Pecci llevaba varios casos que tenía como sospechosos o imputados a políticos que están en la cárcel. No descartan que alguno de estos peces gordos esté detrás del asesinato por encargo.
Horas después del asesinato, la Policía colombiana mostró la fotografía de un hombre con sombrero y gafas y vestido de negro. Sería el presunto asesino, y según las autoridades “es muy importante ubicar a esta persona”. Por eso han ofrecido una recompensa de 116.000 euros a quién dé información.
En paralelo han desplegado un dispositivo sin precedentes en el área de Barú y Cartagena, incluido el control de los aeropuertos. La policía tiene literalmente cerrada la isla e investiga quién alquiló la moto náutica a los sicarios. No descartan que los sicarios llegaran en el mismo avión que la pareja.
Las últimas horas del fiscal Pecci
A pesar del evidente riesgo que corría Pecci, el fiscal decidió viajar sin seguridad y la policía colombiana no sabía de su presencia en el país. Su mujer asegura que no había recibido amenazas, y eso les hacía estar tranquilos. El 5 de mayo, días después de casarse, llegaron en avión a Colombia.
Aquel día estuvieron paseando por el centro histórico de Cartagena de Indias, y al día siguiente fueron a Barú. Tras un fin de semana de ensueño, el lunes Claudia difundió su felicidad a través de las redes sociales. “El último atardecer en Barú, pero tendremos millones más juntos”, escribió.
La mañana del martes 10 de mayo era la última que Mauricio y Claudia pasarían en la isla antes de volver a Paraguay. Fue el día que ella eligió para sorprender a su flamante marido con la noticia de la paternidad. Trágicamente fue también la fecha escogido por los sicarios para ejecutar la venganza.