La quinta ola del coronavirus está adquiriendo dimensiones preocupantes. El aumento de los contagios va de la mano de graves consecuencias para la salud de los jóvenes. En tres semanas han muerto seis personas entre 10 y 39 años.
En algunos territorios, como Cataluña y Castilla y León, la incidencia se acerca o supera los 700 casos por cada 100.000 habitantes. La cifra se dispara entre los jóvenes. En algunos lugares la incidencia se dispara por encima de los 3.000 contagios.
La quinta ola está golpeando sobre todo a los jóvenes, que son los que aún no han recibido la vacuna. En ellos la enfermedad presenta síntomas más leves, y esto ha evitado un colapso hospitalario. Pero esto ha empezado a cambiar y la tendencia es preocupante.
Aunque de manera más lenta, los ingresos han empezado a subir y lo seguirán haciendo si no se cortan los contagios. Cada vez hay más hospitalizados de menos de 40 años, y con síntomas graves de Covid-19. Algunos, incluso, llegan a morir.
Según datos del Instituto Carlos III, seis personas entre 10 y 39 años han muerto de covid entre el 16 de junio y el 7 de junio. Uno de los fallecidos tenía entre 10 y 29 años, otro entre 20 y 29, y cuatro de ellos entre 30 y 39 años. Hay 131.745 casos más en los menores de 40.
Esto significa que el Covid-19 está creciendo sobre todo en esa franja de edad, y que además está causando cada vez más cuadros graves. De los casos registrados, 1.547 necesitaron hospitalización, y 115 acabaron en la UCI.
Según los mismos datos, en este período ha habido 9 fallecidos más, seis de ellos entre los 10 y los 39 años. De los nuevos casos, 52.784 personas tienen entre 20 y 29 años, 39.510 entre 10 y 19, y 30.407 entre 30 y 39 años.
Los contagios se elevan sobre todo en la franja de edad entre los 20 y los 29 años: un 11,2%. Los ingresos crecen más en los jóvenes de 10 a 19 años, con una subida del 7%. En el caso de las UCI, entran sobre todo pacientes de 30 a 39 años: un 9,1% más.
La quinta ola es distinta
La quinta ola del coronavirus en España tiene un rasgo esperanzador y otro preocupante. Por un lado, la inmunización de la población de riesgo y mayores de 40 años ha impedido el aumento de la mortalidad y el colapso hospitalario. Esto ha evitado nuevas restricciones.
Pero por otro lado, la incidencia del virus se está cebando con los jóvenes. Aunque no tiene efectos a corto plazo, porque los síntomas son más leves, los expertos advierten de las consecuencias a largo plazo. En un tiempo habrá jóvenes con graves problemas de salud.
Sin ir más lejos, la viróloga del CSIC Margarita del Val ha advertido de las secuelas de la variante Delta en los jóvenes. La niebla mental, problemas de concentración, fatiga y dificultades respiratorias podrían acompañar a los contagiados durante mucho tiempo.
Esto afecta no solo a los que no han recibido la vacuna, sino también a los que tienen solo una dosis. Estas personas son aún vulnerables, y pueden contagiarse fácilmente con la nueva variante. Por eso, la prioridad ahora es avanzar rápidamente con la vacunación.
“La quinta ola es distinta porque puede haber muchos contagios, pero menos ingresos en los hospitales y pocos fallecimientos”, explica Del Val. Pero añade: “Tenemos que proteger a los jóvenes, porque tienen secuelas a largo plazo”.
Llamamiento a los jóvenes españoles
En esta línea, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo ayer un llamamiento a la prudencia entre los más jóvenes. En la entrevista que ofreció a Informativos Telecinco, advirtió: “El virus puede hacer daño a los menores de treinta”.
Sin el estado de alarma, el Gobierno ha cedido toda la responsabilidad a las comunidades y a los jueces. Pero las restricciones que se pueden aplicar son limitadas y el presidente ha optado por pedir prudencia a los jóvenes: “No perdamos el respeto al virus”.