Seguramente si no llega a ser por la intervención policial, podríamos estar hablando de una terrible desgracia. Y es que fueron agentes de la Guardia Civil los que evitaron que una mujer acabara asfixiando a su bebé de apenas 8 meses. Todo después de haber agredido previamente a su pareja sentimental.
Todo habría sucedido en la localidad sevillana de Lora del Río. Fue la madrugada del sábado al domingo cuando los vecinos dieron la voz de alarma a los servicios de emergencia. Avisaron después de escuchar una discusión entre una pareja y que ella lo atacará a él, según recogía el Diario de Sevilla.
Hasta el lugar de los hechos se trasladaron dos agentes del puesto que la Benemérita tiene en esa localidad. Fueron a la vivienda para tratar de confirmar el maltrato al que estaba siendo sometido el hombre.
Una vez allí, pudieron comprobar que la mujer estaba muy alterada y con claras evidencias de haber estado bebiendo. De manera inmediata, el marido les explicó su versión de lo que había ocurrido.
Según él, habían mantenido una discusión muy acalorada que habría acabado con una agresión por parte de ella. Esta habría cogido un cuchillo de grandes dimensiones con el que habría cometido la agresión. En principio, le habría golpeado en la cara y en las manos.
Con los agentes ya en el domicilio, es cuando habría intentado acabar con la vida de su hija. La habría cogido cuando estos le habrían pedido que cesará de su comportamiento violento. En ese momento, habría apretado contra ella al bebé de 8 meses y amenazado con asfixiarla, según publica El Mundo.
Mientras mantenía a su hija en brazos, habría gritado "me voy a matar". Viendo que la amenaza era real, los dos miembros de la Guardia Civil se vieron obligados a actuar. Pudieron liberar a la niña sin daños y también sin que la madre consiguiera autolesionarse.
Los motivos que provocaron la discusión y el intento de agresión a la niña
Cómo decíamos, el suceso se habría producido después de una discusión entre la pareja. Ella, de nacionalidad nicaragüense, estaría de forma irregular en nuestro país. Y este hecho es el que habría producido el conflicto con su pareja.
Habría sido ella la que le habría pedido que firme los papeles de renuncia para poder volver a su país. Él, de nacionalidad española como la niña, se habría negado. Justo por esa razón podría haber iniciado la discusión que terminó con su detención.
Los agentes acabaron arrestando a la mujer en el mismo domicilio donde tuvo lugar el suceso. Se desconoce si acabará pasando a disposición judicial o si podría ser deportada debido a su situación irregular.
Se evitó una tragedia como la de la pequeña Yaiza
La presencia de los dos guardias civiles seguramente evitó que se repitiera un suceso tan terrible como la muerte de la pequeña Yaiza. Esta niña de apenas 4 años fue asesinada hace algunas semanas por su propia madre. Cristina Rivas, que ya se encuentra en prisión, confesó que la mató para vengarse de su ex.
Los hechos tuvieron lugar a finales de mayo en la localidad barcelonesa de Sant Boi de Llobregat. Cristina intentó quitarse la vida tomando pastillas, pero su madre pudo encontrarla a tiempo para salvarla. La abuela fue también la que encontró el cuerpo sin vida de la pequeña.
Horas antes de su intento de suicidio, la detenida habría dado un ansiolítico a su hija. Con la niña dormida, a la mañana siguiente le habría puesto una bolsa de plástico en la cabeza y la habría asfixiado.