Las nuevas subvariantes de Ómicron se han instalado definitivamente en España. De hecho, podemos hablar ya de que estamos sumergidos en la séptima ola de covid. Tras un verano bastante calmado, los datos comienzan a subir y los expertos empiezan a preocuparse de nuevo.
La agencia Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC), ya anunciaba hace poco más de dos semanas que las subvariantes aparecidas hace poco «pasarían a ser dominantes en toda la Unión Europea». Ahora que ya se han instalado en nuestras vidas, hogares y hospitales, hace falta conocer cómo son y qué nos pueden causar.
Ómicron BA.4 y BA.5 inundan el país
Esta misma agencia, que preveía los nuevos contagios que ahora se están produciendo, también indica que las subvariantes BA.4 y BA.5 del covid aparecieron por primera vez en enero de este año en Sudáfrica. Desde entonces se han ido expandiendo por los distintos países. A España llegaron no hace mucho pero se espera que vayan haciéndose mayoritarias.
Todo esto según un informe del pasado 13 de junio hecho por este Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Ahora mismo, parece que estas subvariantes están haciendo aumentar poco a poco los indicadores de la pandemia.
En España, la tasa de incidencia acumulada de contagiados se sitúa en 653,25 casos por cada 100.000 habitantes. Estos son los datos que aparecen en el último informe del Ministerio de Sanidad, que han ido en aumento des del 10 de junio.
Con una tasa de ocupación del 6,35% se registran 7.793 personas hospitalizadas en todo el país, 361 de ellas en estado grave e ingresadas en la UCI.
Más contagiosas y con nuevos síntomas
La buena noticia sobre estas nuevas subvariantes de Ómicron es que no son mucho más graves que las anteriores. Pese a que no dejen de expandirse por todo el país, lo cierto es que la preocupación no es tanta. Hay que tener en cuenta que se trata de nuevas cepas que provocan síntomas leves en la gran mayoría de los casos.
A pesar de ello, hace falta saber que BA.4 y BA.5 son más contagiosas y sus síntomas duran más que los de las anteriores subvariantes. Si con la BA.1 los síntomas podían durar cuatro días, ahora pueden llegar a durar hasta siete.
En este sentido, los síntomas no se distancian mucho de los que ya conocíamos. Fatiga, tos y fiebre, entre algunos de ellos, a los que ya estábamos acostumbrados con otras variantes. No se escapa tampoco el dolor de cabeza, así como la secreción nasal o el dolor muscular.
Con estas dos nuevas variantes parece que incluso puede llegar a haber, de nuevo, casos de pérdida de olfato y gusto, también de vómitos y diarreas.
Pero sí que hay algunos síntomas que parece que hasta ahora no habían aparecido, como es el caso de desmayos repentinos o síncopes. Según los especialistas estos nuevos síntomas pueden tener que ver con la afectación del coronavirus al sistema nervioso.
En algunos contagios de estas subvariantes se ha visto como esta afectación al sistema nervioso ha hecho que la parte que se encarga de regular la frecuencia cardíaca y la presión arterial no funcione correctamente.
No se trata de algo grave, pero sí lo suficientemente importante como para poder llegar a provocar un desmayo o síncope.