Los expertos comienzan a estar preocupados, y es que España parece estar registrando un aumento de casos de sarna en los últimos meses, incluso podría decirse que en los últimos años.
Lo cierto es que coincidiría este marcado aumento con los años de pandemia del covid. Cierto es que, por el momento, no hay datos contrastados ni confirmados que lo certifiquen, sin embargo, varios expertos han alertado ya de la situación.
Hay que tener en cuenta que, por ahora, no hay investigaciones tan recientes como para valorar estos datos. El año pasado sí que se publicó una investigación del Instituto de Salud Carlos III con datos oficiales sobre la enfermedad.
Este estudio dejaba claro que entre los años 2014 y 2019 se había producido una tendencia creciente de los ingresos en hospitales por los casos de sarna. El estudio, sin embargo, no cuenta con datos más recientes por lo que, lo acontecido desde 2019 hasta ahora no está tan claro.
No se trata de una enfermedad de la que Sanidad haga un seguimiento: "La patología queda registrada en el informe clínico del paciente, pero no hay una notificación formal a un organismo que lleve un registro del número de casos", asegura Eliseo Martínez, coordinador de epidemiología y promoción de la salud de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Pese a no tener datos del todo oficiales, sí que es cierto que esta nueva alerta es real. Han sido los propios profesionales de la salud los que han advertido de este supuesto aumento de casos de sarna.
Es importante tener presente que si la tendencia ya era al alza, no es de extrañar que estos últimos años los ingresos por sarna siguieran aumentando. Sin embargo, lo que ha preocupado a los expertos es que este aumento de casos habría sido más marcado de lo normal.
La pandemia del coronavirus, posible causante
Por el momento no hay una causa confirmada de esta subida de casos, sin embargo, los expertos apuntan a la pandemia como uno de los posibles causantes. Y es que, aunque el covid no tenga relación directa con ello, lo cierto es que el cambio de hábitos en la población sí podría haber tenido algo que ver.
"La principal hipótesis es que el origen está relacionado con los cambios en las conductas sociales que hubo por el confinamiento", ha confesado el doctor Eliseo Martínez.
Pasa, sin embargo, que tampoco se tiene esto demasiado claro. Según explican los propios profesionales, el confinamiento podría haber causado las dos cosas: una bajada de casos o una subida de casos.
Aseguran los profesionales que, según ciertas publicaciones, en Francia se habrían reducido los casos de sarna durante el confinamiento. Los autores de los mismos lo achacan al menor contacto entre personas en esa época.
Sucede, por lo tanto, todo lo contrario que en España. Aquí ha habido un aumento y "la teoría sería que al haber pasado más tiempo en casa por el confinamiento, y en contacto estrecho con los convivientes, en los domicilios donde hubiese un caso de sarna lógicamente ha habido un mayor contagio”.
Podría haber también una segunda explicación, la complicación que hubo durante los peores meses de pandemia para acceder al sistema sanitario. "Que los pacientes con escabiosis hayan permanecido más tiempo con la enfermedad, con el parásito, y de esta manera hayan pasado más días siendo contagiosos, aumentando, además, su carga parasitaria, por lo que podían contagiar más todavía".
Se plantea también la posibilidad de que el parásito hubiera desarrollado resistencia al fármaco, aunque no se trata de algo confirmado.
¿Qué provoca la enfermedad?
La sarna es un problema cutáneo provocado por unos ácaros diminutos, estos escarban la piel y depositan en ella sus heces. Las hembras ponen, además, sus huevos en las zonas que escarban en la piel. Todo esto es lo que provoca las ronchas y ampollas que aparecen.
Se trata de una enfermedad contagiosa que se transmite por el contacto de piel con piel con una persona ya infectada.
"La sarna se asocia a personas que no se limpian bien, pero uno, por ser muy limpio, puede contraer la escabiosis también, no está más protegido. En la medida en que se contagia de persona a persona, cualquiera que tenga contacto con otros individuos es susceptible de contagiarse. Todos estamos expuestos", ha aclarado el experto Martínez.
"Las que tengan dermatitis atópica, o una psoriasis, pueden sufrir botes graves de estas enfermedades desencadenados por el parásito", explica el profesional. "El picor es más intenso por las noches, y cuando uno está dormido está más desinhibido para rascarse, y se pueden generar heridas que se pueden infectar, y esas infecciones sí que tienen potencialidad de causar problemas".