Imagen de un hospital de campaña para atender pacientes con coronavirus

Coronavirus: España entra en terreno desconocido esta semana

La vuelta al trabajo es la prueba de fuego de una nueva fase en la lucha contra el Covid-19

Imagen de un hospital de campaña para atender pacientes con coronavirus
¿Será capaz España de mantener a raya el virus con la vuelta al trabajo? | EFE

Entre el alivio de haber dejado atrás el  pico de contagios y el nudo en el estómago al asomarse al abismo ante la incertidumbre,  España afronta la segunda fase de la lucha contra el Coronavirus sin el referente de Italia y con la vuelta al trabajo esta semana como primera prueba de fuego de la nueva etapa.

La evolución de la epidemia en España  ha sido paralela, con retraso, a la de Italia, así que las autoridades españolas han ido siguiendo los pasos a las medidas decretadas por Italia para hacer frente al Coronavirus: cierre de escuelas, prohibición de eventos públicos, paralización de la economía, medidas de cuarentena… 

Pero hay una decisión en la que España ha decidido dar el salto antes que nuestros vecinos en Italia, y que el resto de países en Europa, y es la vuelta al trabajo de las actividades económicas no esenciales. El tiempo dirá si ha sido una decisión acertada o un salto al vacío sin red, pero España se prepara para una fase llena de incertidumbre.

La principal preocupación del Gobierno ahora tiene que ver con el riesgo de nuevos contagios. La decisión del Ejecutivo responde a la gran disyuntiva a la que se enfrentan los gobiernos de los países más golpeados por el virus: hacer caso a las recomendaciones de la OMS y la Unión Europea sobre el peligro de relajar las medidas de confinamiento antes de tiempo, o atender a las advertencias del FMI sobre las dimensiones de la crisis a las que se enfrenta España.

Según este organismo, nuestro país será el más castigado por las consecuencias económicas de la crisis, con una caída del 8% y un  aumento del paro hasta el 20%. Ante estas perspectivas el Gobierno entiende que es mejor poner en marcha la economía cuanto antes, pero liberar a cientos de miles de trabajadores de golpe tiene sus riesgos.

Por eso, para que la puesta en marcha de la economía sea efectiva el Gobierno sabe que debe limitar al máximo el riesgo de nuevos contagios y esto pasa por mantener en pie de forma estricta una de las regulaciones más rígidas de  distanciamiento social. Nada de deporte fuera de casa, nada de paseos con los niños.

El Gobierno ha anunciado un levantamiento progresivo de la cuarentena pero  mantiene la incertidumbre sobre las fechas. Mientras tanto, el plan para vuelta al trabajo incluye el reparto masivo de mascarillas y material de protección  en el transporte público, aunque algunas empresas advierten que es insuficiente y los expertos recuerdan que cualquier medida de protección es poca y que la vuelta a la actividad traerá, irremediablemente, nuevos contagios.

Hay otro dato que distancia cada vez más España de Italia, y es que la  curva de contagios  aumentó más rápido pero también se ha aplanado más rápido. Este dato avala la teoría de aquellos que expertos que apoyan la decisión del Gobierno de la vuelta a la economía.

Según algunos médicos y científicos, la decisión del Gobierno de España, pionera en Europa, puede ser beneficiosa si se mantiene la tasa de contagios a un nivel contenido pero constante, ya que a pesar del riesgo que supone para los grupos de riesgo, ayuda a aumentar la  inmunidad de grupo  y evitar una segunda oleada de contagios en otoño.

El tiempo dará o quitará la razón a la estrategia de España, pero lo que está claro es que ahora ya no disponemos a de la red de seguridad que suponía  ir a remolque de las decisiones que tomaba el gobierno italiano. España entra en terreno desconocido, y el éxito o el fracaso de la nueva medida dependerá de muchos factores que por ahora solo causan incertidumbre.