Ciudad con fuertes emisiones

España respira casi la mitad de contaminación que hace un año

Los datos se han conseguido gracias a 129 estaciones de medición de contaminantes en España

Imagen de la ciudad de Madrid bajo una capa de contaminación
La contaminación ha bajado un 38% en España entre marzo y octubre | Archivo

La contaminación atmosférica en las principales ciudades españolas  entre marzo y octubre de 2020  se ha reducido una media de un 38% respecto a lo habitual en esa época en el último decenio, según un informe  de  Ecologistas en Acción, que advierten de que la situación «está volviendo a la normalidad».

Más de 600 estaciones de medición confirman los datos

El informe  'Efectos de la crisis de la COVID-19 sobre la calidad del aire urbano en España', presentado este jueves, ha sido elaborado a partir de los datos oficiales de dióxido de nitrógeno (NO2) recogidos en 129 de las 600 estaciones  de medición  de este contaminante  existentes en España, correspondientes a las redes de las 26 principales ciudades  de más de 150.000 habitantes.

El tráfico  rodado, responsable de las emisiones  de NO2, es el principal factor que incide en la calidad  del aire urbano y según los ecologistas, se redujo significativamente en las grandes ciudades, con descensos de un 77% de media en Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla y Valladolid, y picos de hasta el 90% durante los fines de semana. Sin embargo, la caída de los desplazamientos en las ciudades, también ha afectado al transporte público urbano, que supera el 90% en las cercanías ferroviarias y en los autobuses urbanos​.​

Así, según ha detallado el coordinador del informe, Antonio Castaño, «como resultado de las restricciones  a la movilidad  derivadas del estado de alarma, los niveles  de NO2  cayeron un 52 % durante el primer estado de alarma  respecto a los valores medios de la década anterior». Sin embargo, ha asegurado que «este descenso se redujo al 28% en verano, 21 de julio a 31 de agosto​,​ y se ha mantenido en un 29% durante el otoño, ​septiembre y octubre​​». En particular, «las medidas mensuales siguen estando por debajo del límite anual legal, pero se observa una clara tendencia al alza en la mayoría de las ciudades», ha argumentado Castaño.

Recuperando la normalidad, con más emisiones

De hecho, los ecologistas  ven una relación directa entre el tráfico  y las emisiones, ya que «después del brusco descenso de principios de año, se ​confirma una lenta recuperación después del verano»​, hasta​​ ​alcanzar los valores similares a los del año pasado que se están registrando en algunas ciudades en octubre. La recuperación del tráfico con la vuelta de la actividad normal «está siendo lenta, pero clara», señala el coordinador del informe.

Para el responsable de calidad del aire de Ecologistas en Acción, Juan Bárcena, los datos «confirman que estamos volviendo a la normalidad» porque «ha habido un salto importante a partir de noviembre en Madrid y Barcelona, ciudades que han subido un peldaño en la contaminación». De hecho, ha dicho que en noviembre 12 de las 24 estaciones madrileñas registraron valores de NO2  que contrastan con lo que ha pasado en los últimos 8 meses.

De nuevo por encima de los límites permitidos por la OMS

Según Bárcena, «en los primeros meses de pandemia no hubo ninguna estación que supera​se los niveles permitidos» pero, ahora, «la mitad de la red madrileña está por encima». Todo parece indicar que Madrid, en el año de la  covid-19, también va a superar el valor límite anual, ha lamentado el coordinador de  calidad del aire  y ha añadido que «si dejamos las cosas a su libre albedrío​,​ ​sufriremos un rebote importante», por lo que ha exhortado a los responsables políticos a tomar decisiones valientes.

Algunas medidas como el teletrabajo, ¿para quedarse?

Por su parte, la coordinadora de transporte de  Ecologistas en Acción, Nuria Blázquez, ha afirmado que «el problema de la contaminación  lo causa el tráfico», por lo que la solución, a su juicio, es «de ecológica aplastante: reducirlo».

Blázquez cree necesario avanzar hacia las ciudades  de 15 minutos, en las que «se reduzca la demanda de transporte  privado, se fomenten las compras de proximidad y el teletrabajo», y ​se permita a los ciudadanos  «desplazase andando o en bicicleta». Sobre la caída del transporte  público en las ciudades, Blázquez lo considera un hecho «preocupante», ya que «hay muchas personas que no lo usan por miedo al contagio y van en coche», por lo que, ha añadido, «es ahí donde hay que actuar, no hay que tener miedo a usar el transporte  público».