Los hechos tuvieron lugar entre 2011 y 2013. En 2015 fue juzgada por ellos y condenada a ocho años de cárcel. Sin embargo, el juicio quedó anulado por ser poco equilibrado y perjudicial para ella y fue puesta en libertad. Dos años más tarde ha vuelto a pasar por los juzgados y está vez ha sido condenada a seis años y medio que deberá cumplir, además de seis meses por falsificación de contenidos al crearse un perfil falso, donde decía ser un hombre llamado Kyle Fortune. «La verdad, la completa verdad, es sorprendente y profundamente molesta. Es difícil concebir un engaño tan degradante y tan dañino para la víctima una vez descubierto», ha explicado el juez encargado del caso, David Stockdale.