La familia Quer vuelve a ser noticia, esta vez por su hija menor. La Audiencia Provincial de Segovia ha condenado a dos años de cárcel al hombre que abusó sexualmente de Valeria Quer en 2017.
La hermana pequeña de Diana Quer, cuyo cadáver fue hallado en diciembre de 2017, 16 meses después de su desaparición en Puebla del Caramiñal, A Coruña, estaba muy ebria en el momento de los hechos. El acusado, que entonces tenía 35 años, se aprovechó de la situación y abusó de la menor de edad, que tenía en ese momento 17 años en Carabias, Segovia.
Según la sentencia, remitida por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, la Sala considera a J. P. M. responsable de un delito de abuso sexual. Por este motivo le impone también una orden de alejamiento respecto a la víctima de 500 metros durante cinco años y una indemnización de 3.000 euros.
Lo cierto es que la penal finalmente impuesta al abusador de Valeria Quer es significativamente menor a la que había solicitado el fiscal, seis años de cárcel y diez de alejamiento. También respecto a la pedida por la acusación particular, en representación de la víctima, que había solicitado diez años de prisión y quince de alejamiento.
¿Qué ocurrió aquel fatídico día?
Según ha quedado corroborado por la Sala, el acusado coincidió con la víctima en las fiestas locales de Majadahonda el 17 de septiembre de 2017 y ambos pasaron la noche con el mismo grupo de amigos.
A pesar de que la joven se fue a dormir a casa de una amiga, alrededor de las ocho de la mañana, ambos volvieron a contactar y Valeria Quer, que se encontraba en un estado de embriaguez muy avanzado, volvió a salir de la vivienda de su amiga para encontrarse con el condenado. Al parecer este la recogió en su coche, le dio más alcohol, lo que provocó que la joven se «quedase en un estado de total de falta de consciencia".
No recordaba nada
Valeria Quer se despertó sobre las dos de tarde en una casa desconocida en la localidad segoviana de Carabias con señales que apuntaban que allí había tenido lugar un acto sexual, pero no recordaba nada. Esta amnesia estaba provocada por la mezcla de alcohol y los antidepresivos que estaba tomando la joven, cuya familia se encontraba todavía inmersa en la búsqueda de su hermana Diana.
Según recoge la sentencia, la inseguridad de si el condenado había mantenido relaciones con ella aprovechándose de su situación de embriaguez, unido a su «inestable estado mental», provocado por la desaparición de su hermana mayor, hizo que Valeria Quer ingresara unos días después en el hospital. En el centro sanitario permaneció cuatro meses aquejada de un trastorno de estrés postraumático.
Ignacio Pando, magistrado que firma la sentencia, reconoce que existe un «absoluto vacío de prueba directa» sobre lo que ocurrió desde que la víctima se fue con el condenado en el coche hasta que ella se despertó. Según este experto, el único que podría recordarlo es el acusado que se ha negado a aclarar lo ocurrido.
A pesar de que hay pruebas periciales que demuestran que hubo acto sexual y otras que certifican que la víctima estaba «completamente incapacitada para prestar» su consentimiento, no se ha podido aclarar, a juicio de esta Sala, que hubiera penetración. Esto ha motivado que la condena sea menor a la solicitada por la acusación particular y el fiscal.
La sentencia hace referencia también a la «la dolosa intención» del acusado de «incrementar la intoxicación etílica» de la víctima y, con ello, «anular completamente su voluntad, como efectivamente consiguió» cuando iban juntos en el vehículo de camino a la localidad segoviana.
Además, en ella también se menciona la «conducta delictiva prolongada en el tiempo dirigida a conseguir su objetivo» del condenado, quien además durante el proceso ha mantenido «la práctica de la mentira» como «su norma habitual».
Por el momento, Valeria Quer no ha querido pronunciarse al respecto públicamente, aunque seguro que no está satisfecha con la sentencia condenatoria.