España llegó al pico de la segunda ola de contagios del coronavirus a principios de noviembre: durante la primera semana se registraron 2.546 muertes más que la media de fallecimientos si no hubiera pandemia. Un dato que no se veía desde el mes de abril, cuando el exceso de mortalidad superó los 2.500 muertos por semana.
Son datos del Instituto Nacional de Estadística, que muestran que la segunda ola ya se ha llevado por delante a más de 23.000 personas. Esto eleva el total de fallecidos en España a 70.877 según el INE, una cifra muy superior a los 42.619 que reconoce el Gobierno.
La curva de la segunda ola en España empezó a crecer a principios de julio y las comunidades tomaron diferentes medidas respecto de la primera ola. Casi cinco meses después, ocho regiones cuentan con un exceso de mortalidad por encima de la primera ola, aunque en todo el país la mortalidad ha bajado un 53,6%.
Andalucía, a la cabeza
El peor dato de exceso de mortalidad lo encontramos en Andalucía, donde en la segunda ola han muerto 4.439 personas por encima de la media habitual de fallecimientos, frente a los 1.202 entre los meses de marzo y mayo.
Andalucía fue una de las comunidades más afectadas por los rebrotes durante el verano, y desde hace semanas la Junta lleva luchando contra los contagios en una pelea agónica. La nueva ola de contagios golpeó primero a las grandes capitales, pero la enfermedad ha conseguido penetrar con más fuerza en sus núcleos rurales.
Pero además de Andalucía hay otras siete comunidades con un índice de mortalidad superior al de la primera ola: Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana y Murcia, además de Ceuta y Melilla.
Mención especial merece el caso de Aragón, una de las comunidades con mayor incidencia de contagios pero, además, una de las más afectadas por el exceso de mortalidad. La región triplica la media de fallecidos en España y el INE sitúa a la provincia de Zaragoza como la tercera con mayor incremento desde el inicio del verano, por detrás de Melilla y Toledo.
Madrid, la otra cara de la moneda
En cambio, el caso de la Comunidad de Madrid sigue siendo el más especial. Durante la primera ola tuvo un índice de mortalidad de 240, mientras que en la segunda ola el dato ha caído hasta los 38,98. La evolución de esta comunidad en la segunda ola ha sido muy desigual, pero ha logrado contener los contagios y rebajar la mortalidad de forma notable.
Inicialmente, la Comunidad de Madrid fue una de las menos afectadas por los rebrotes del mes de verano. Una tendencia que empezó a cambiar en el mes de septiembre y que en octubre, con la llegada de la segunda ola, empeoró hasta convertir Madrid otra vez en el epicentro del coronavirus en España. Sin embargo, el confinamiento ha conseguido cambiar la tendencia.
Algo parecido sucede en Cataluña, una comunidad con muchos altibajos durante los meses de verano que notó especialmente los efectos de la segunda ola. Durante varias semanas ha estado entre las comunidades más afectadas, pero las estadísticas dicen que ha pasado de un índice de mortalidad de 167 en la primera ola a 52 en la segunda.