El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha anunciado este domingo, 24 de enero, restricciones todavía más duras para contener la tercera ola de Covid-19 en la región, que hoy por hoy sigue totalmente desbocada.
Puig ha firmado hoy el decreto que prohíbe en toda la comunidad que más de dos personas que no conviven juntas puedan reunirse en espacios públicos, incluida la calle, y prohíbe además todas las reuniones sociales dentro de los domicilios, siempre que las personas reunidas no convivan juntas.
Además, la nueva norma también impone el confinamiento perimetral a todos los municipios que superen una población de 50.000 personas durante los fines de semana y los días festivos. Estas ciudades son Valencia, Alicante, Elche, Castellón, Torrevieja, Torrent, Orihuela, Gandía, Paterna, Benidorm, Sagunto, Alcoy, Sant Vicent del Raspeig, Elda-Petrer y Villarreal.
El resto de medidas vigentes hasta ahora, como el cierre de la hostelería o el cierre perimetral de toda la Comunidad Valenciana, se prorrogan en el tiempo una vez. El decreto entrará en vigor a partir de mañana mismo, tras su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).
Con estas medidas, la Comunidad Valenciana se convierte en la primera autonomía que limita tanto las reuniones en espacios públicos, ya que la mayoría de restricciones hasta ahora se habían centrado en prohibir las reuniones en domicilios y limitar a seis personas las reuniones sociales. Desde mañana, solo se permitirá reunirse fuera de casa a dos personas como máximo, aunque si son personas que convivan juntas podrán ampliar ese número.
La Comunidad Valenciana vive su peor ola
La tercera ola se está cebando con la Comunidad Valenciana como ninguna ola anterior había hecho, por lo menos en número de contagios e incidencia. Este sábado, 23 de enero, la región sumó 6.122 casos de coronavirus en solamente 24 horas, por lo que actualmente hay 251.022 casos activos de coronavirus en toda la comunidad. Es decir, un cuarto de millón de personas están ahora mismo infectadas con Covid-19.
La cifra de fallecidos diarios también es muy alta, y el sábado se sumaron 54 muertes más, alcanzando las 4.091 desde el inicio de la pandemia, y se prevé que pueda seguir siendo muy alta en las próximas semanas debido a la alta tensión que soportan los hospitales valencianos.
Ahora mismo hay 4.297 ingresadas en los hospitales de la comunidad, lo que supone cerca del 40% de todas sus camas. En el caso de las UCI la situación es todavía peor, porque hay actualmente 992 personas ingresadas en estas unidades, alcanzando casi el 60% de todas las camas UCI ocupadas por pacientes Covid-19. Esto ha llevado a que, además del Covid, el resto de enfermos con otras patologías no puedan ser atendidos correctamente.
La incidencia acumulada en la región también está disparada, con 1.245,48 casos detectados por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas. Esto significa que más del 1% de la población valenciana se contagia en ese tiempo.
Esto ha llevado a Ximo Puig y el resto de autoridades a decretar medidas que hasta ahora se habían podido evitar en la comunidad, ya que la segunda ola no golpeó aquí tan duramente como en otras zonas. Así, la Comunidad Valenciana quedó confinada perimetralmente en diciembre, y así sigue por el momento.
Además, hace unos días se decretó el cierre total de toda la hostelería en la región, lo que significa el cierre forzado de bares, cafeterías y restaurantes durante todo el día. Solo algunos establecimientos están exentos de cumplir con esta medida, como los bares y cafeterías situados en colegios, universidades u hospitales, ya que se entiende que su servicio sí es esencial para los usuarios que los utilizan; las áreas de servicio para atender a los transportistas por carretera; o los locales como hoteles o albergues que también tengan servicio de comidas.
El toque de queda en la región también se mantiene de 22:00 horas a 06:00 horas, ante la negativa del Gobierno central de modificar el estado de alarma para permitir que se adelante, y el comercio también está obligado a bajar sus persianas desde las 18:00 horas, salvo los considerados esenciales.