Una pareja tomando una bebida en una terraza con mascarilla

Una comunidad reduce restricciones y prepara ya la apertura de bares y restaurantes

De momento solo afecta a parte de su territorio

La situación en buena parte de España sigue mejorando y esto lleva a que buena parte de las comunidades autónomas tengan decidido ir relajando las restricciones que tienen actualmente vigentes. La última en sumarse a esta tendencia así Galicia, que anunciaba ayer por la noche la primera relajación de medidas de las últimas semanas. 

Así la Xunta confirmaba que Ourense y Santiago de Compostela serían las primeras grandes ciudades gallegas donde se levantarían las restricciones más duras aprobadas para luchar contra la evolución de la pandemia de coronavirus. Así lo decidió el comité clínico de este martes, en una reunión que se prolongó durante unas cuatro horas y que se alargó hasta bien entrada la noche 

No es solo Ourense la que pasa a un nivel dos de alerta en su provincia también las localidades de Barbadás y Pereiro de Aguiar que se encuentran en su área metropolitana. Junta a ellas salen también del cierre conjunto que vivía Santiago las poblaciones de Ames y de Teo, que son consideradas como parte de las denominadas almendras perimetrales. También pasan a fase dos los municipios de A Estrada (Pontevedra) y Ares (A Coruña).

La consejería de Sanidad ha valorado en un informe que estas medidas se pueden tomar gracias a la «buena evolución epidemiológica» que ha habido en las áreas perimetrales conformadas por Santiago-Ames-Teo y Ourense-Barbadás-Pereiro de Aguiar. Por este motivo , concluyen que es perceptivo «disminuir las medidas restrictivas» en estas localidades. Así en las próximas horas «volverán a tener vigencia las restricciones de tipo general».

Antes de que empiece el puente de diciembre, estas ocho localidades ya no estarán sometidas al cierre perimetral  y se podrá entrar y salir de las mismas. Además, estarán permitidas las reuniones de no convivientes hasta un máximo de seis personas y no como hasta ahora que solo eran entre convivientes. Además, aunque están prohibidas las fiestas y las verbenas, reabriría la hostelería. De cumplirse las normas generales de nivel dos, serían al 50% en interiores, sin consumo en barra, y 75% en terrazas, pero no es seguro al esperar un nuevo plan para la reapertura de la restauración del gobierno gallego. 

La propuesta de 4 niveles para la restauración

Todo apunta a que el comité clínico gallego dará el visto bueno para una lenta reapertura de bares y restaurantes en las zonas cerradas. Esta constaría de una especia de 4 fases según la situación sanitaria en cada lugar. La inicial es la actual de los territorios con cierre perimetral, donde está prohibida la actividad en la hostelería, salvo la entrega a domicilio o para ir a recoger.

Aquellas poblaciones que evoluciones favorablemente pasarían a una especie de fase 1. En ella, bares y restaurantes podrían abrir hasta las cinco de la tarde, con un aforo restringido al 30% en interiores y 50% en terrazas, aunque mesas ocupadas solo por convivientes. 

Lo que se recoge en fase dos es que se mantendrán los aforos anteriores. El cambio se produciría en la hora de apertura que se podría alargar hasta las 23.00. También se permitiría un máximo de 6 personas no convivientes. 

Estas dos últimas medidas se mantendrían en la teórica fase 3 y 4. En la primera ya se produciría un incremento al 50% el aforo en interiores y al 75% en terrazas. En la última fase se podrían eliminar los límites de aforo. 

Las medidas no son definitivas, pero el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, confirmaba que espera que la desescalada pueda empezar en «los próximos días». Aseguraba que el gobierno gallego intentará «todo lo que se puede hacer» y que tenga el objetivo de facilitar «la normalidad a sus negocios» aunque solo si es avalado por el comité clínico. Por eso defendía que el levantamiento de restricciones sea de manera «gradual».