Las autovías de pago están cada vez más cerca de materializarse en nuestro país. Se trata de una medida que causa un gran malestar social y discrepancias políticas, pero que parece no tener ya marcha atrás.
El debate se ha reabierto esta misma semana después de que el Gobierno confirmase públicamente su intención de dar este paso para financiar el mantenimiento de estas carreteras públicas.
El secretario general de Infraestructuras, Sergio Vázquez, fue el encargado de recuperar esta idea que ya ha sido incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas.
Lo hizo durante su intervención en un acto de Cadena Ser celebrado en Pontevedra, donde ha querido evitar utilizar el término peaje para referirse a la medida.
"En primer lugar no le llamaría peaje. Hablamos de que vamos a implantar un sistema de tarificación. Y no le llamaría peaje porque la gente cuando habla de peaje piensa en unas tarifas similares a las que se pagan hoy en día en las autopistas", advertía Sergio Vázquez.
El Gobierno se queda solo y sin apoyos en su plan para cobrar el uso de las autovías
A pesar del lenguaje empleado, la medida ha desatado un enorme revuelo social y ha provocado la reacción de distintos sectores políticos.
Ha sido el caso del principal grupo de la oposición, el Partido Popular dirigido por Pablo Casado, que ha calificado la medida de nuevo "hachazo fiscal".
Sin embargo, también ha sido el caso de Unidas Podemos, que ha rechazado de manera tajante la propuesta realizada por el partido con quien comparte coalición en el Gobierno.
"Que quede claro: nosotros no apoyaremos ninguna medida que haga pagar a la gente trabajadora. O se mantienen gratuitas, o se exime del pago a rentas bajas y medias, a transportistas y otros profesionales", aseguraba el portavoz del grupo parlamentario en el Congreso, Pablo Echenique.
De hecho, desde el partido morado insisten en que no hay acuerdo para aprobar esta medida y señalan que la prioridad es recuperar la gestión de la AP-9 y otras infraestructuras.
En un intento de rebajar la tensión, desde el Gobierno han insistido en señalar que se tratará de un sistema de tarificación "justo, riguroso y sostenible".
Según ha apuntado la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se trata de una medida que ya se ha implantado en 24 de los 27 países de la Unión Europea.
Además, asegura que es necesaria para mantener la conservación de las carreteras y adelanta que su ministerio dará forma al proyecto en los próximos meses.
¿Cómo será el sistema de tarificación que quiere implantar el Gobierno para el 2024?
A la espera de que la propuesta se concrete, ya hemos podido saber que el Ministerio de Transportes trabaja en un sistema de tarificación de pago por kilómetro recorrido.
Se trata de un método de pago que ya hay implantado en otros países como Portugal, donde se realiza un cobro en función de los kilómetros recorridos por cada vehículo. Al igual que sucede allí, se estima que el coste sería de un céntimo de euro por kilómetro recorrido.
A través de este sistema, se instalan cámaras a lo largo de las autovías que vigilan los recorridos de los coches registrados en el sistema. Cada conductor debe dar de alta su vehículo dentro del sistema y asociar un método de pago al mismo.
De esta forma, se descarta el pago de estas carreteras a través de un sistema de tarifas mensuales o anuales, como sí se ha planteado en Suiza o Alemania.
Allí se cobra una especie de tarifa plana a todos los conductores bajo un sistema muy similar al empleado en los peajes de las autopistas españolas. Un método que en ningún caso se pretende implantar en las autovías.
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