Un hombre sujeta la mano de una mujer en la cama del hospital

España, vuelta a la normalidad: cómo será lo que queda de 2020 mes a mes

Tras la desescalada se espera la recuperación en verano y el desafío de la segunda ola en otoño

Incertidumbre. Esta es la sensación más extendida entre la ciudadanía y las autoridades en estos días del Coronavirus. Con la angustia anclada en el momento presente convalecientes aún del mazazo de la pandemia, y con la esperanza puesta en el futuro inmediato, cuesta hacerse una idea de cómo será la vida después del Coronavirus.

En España, el gobierno está fijando unos plazos con toda la prudencia y poniendo siempre como prioridad la limitación de nuevos contagios. Así podría ser la vuelta a la normalidad  en nuestro país, mes a mes, hasta finales de 2020.

Mayo, tiempo de ensayar

Este martes el Gobierno desvelará lo que tiene previsto hasta el  fin de la prórroga del estado de alarma, el 9 de mayo, pero tras la salida de los niños a la calle lo siguiente será dejar que la gente practique deporte al aire libre  y los paseos en familia a partir del domingo 2 de mayo, y también se permitirá a los menores de 14 años salir a jugar, caminar y montar en bicicleta.

Estas primeras medidas son un ensayo para que el Gobierno vea cómo evoluciona la epidemia ante la desescalada, y si todo va bien, se irán permitiendo otras actividades para la vuelta a la vida normal lo antes posible. Se prevé una salida por regiones, dando prioridad a las que tienen menos contagios.

Junio, mes de transición

Junio es la frontera que marca el Gobierno para finalizar las semanas de transición antes de declarar definitivamente la vuelta a la normalidad. Pero, de hecho, junio podría ser el auténtico mes de transición que puede dejar atrás el confinamiento  definitivamente.

En el mes de junio se demostrará si las medidas de distanciamiento social y otro factores como la temperatura ayudan a evitar nuevos contagios. Si esto fuera así, se podrían abrir fronteras  y poner en marcha los primeros vuelos comerciales, aunque las aerolíneas están estudiando cómo reducir el número de pasajeros en los aviones sin encarecer el precio del billete.

Julio, ¿fin del aislamiento?

Los más optimistas afirman que España alcanzó el pico de contagios  antes de lo que muchos predecían, y esto acelera la  desescalada, pero otros son más cautelosos y recuerdan que aunque se permitan las actividades ya nada será igual.

Durante los meses de junio y julio volverán  el comercio, el turismo, los bares y los espectáculos si la curva de contagios evoluciona como esperan las autoridades sanitarias, pero las medidas de prevención seguirán siendo muy estrictas y esto puede afectar por ejemplo a los aforos de los locales y a las costumbres sociales y hábitos de las personas. 

Agosto y la recuperación económica

Esto hará que a la práctica aún sigamos en aislamiento durante unos meses, y que según los expertos se acabaron los besos, abrazos y apretones de manos durante un buen tiempo. A pesar de eso, julio y agosto serán meses claves para el turismo, que es la principal actividad económica en España.

Aunque el sector da por perdida la temporada, una reorientación de la oferta turística  a la cultura y la naturaleza en vez del turismo de ocio y playa puede facilitar la recuperación que, además, daría un nuevo empuje a otras actividades. El sector lo confiará todo al turismo nacional y España pide al G20 que se creen unas  zonas de turismo seguras e incentivos para reactivar ese ámbito cuanto antes.

Septiembre, volver a empezar

Septiembre siempre ha sido un mes de transición que marca el final del verano y el inicio del curso escolar, aunque este año el Coronavirus ha cambiado todos los planes. En 2020, este puede ser el mes clave para empezar de cero y reactivar la economía.

Según el Gobierno, el éxito de las medidas puede servir para dar un respiro al país en verano y prepararlo para un nuevo comienzo en septiembre, cuando también podrían volver los niños a la escuela. Según Educación, las clases presenciales «requerirán aulas grandes y horarios distintos  para que la misma aula, convenientemente desinfectada, pueda usarse con la mitad o un tercio de los estudiantes».

Octubre, pendientes de la segunda ola

Una vez que hayamos aprendido a vivir con el Coronavirus tendremos que poner en marcha la prevención para una segunda ola, en un plan que el  ministerio de Sanidad detalla en cuatro factores: que el sistema sanitario esté liberado y preparado, la estricta vigilancia epidemiológica, mecanismos de detección precoz y tratamiento de nuevos casos, y medidas de protección  colectiva.

Podrían ponerse en práctica métodos de control de movimientos mediante aplicaciones móviles como en Corea del Sur y otros mecanismos como el control de temperatura para garantizar la limitación de los contagios. Será el momento de demostrar lo que hemos aprendido.

Noviembre, acostumbrarse a los cambios

¿Y si las primeras medidas de desescalada en mayo y junio funcionan, la economía empieza a recuperarse en verano y el otoño evitamos la segunda ola? Si todo funciona a la perfección, noviembre puede ser un mes para consolidar lo aprendido.

Por ejemplo,  ¿cómo será ir en transporte público?  El Gobierno prepara un plan para evitar las aglomeraciones en los transportes públicos tras la salida del confinamiento y los expertos auguran que el transporte público será sustituido por el coche o incluso  transportes alternativos  como la bici.   

Diciembre, ¿adiós al Coronavirus?

Sistemas de control de personas procedentes de otros países u otras zonas de España, carteles de «Covid Free en los hoteles»  y hostales, partidos de fútbol a puerta cerrada, limitación de aforo en bares y discotecas, prohibición de espectáculos multitudinarios y control en reuniones, congresos y grandes eventos.  Salida del confinamiento por regiones,  aviones con asientos vacíos, turismo cultural y de naturaleza frente a turismo de ocio y playa, establecer  turnos en los centros de trabajos  y escalonar franjas horarias en el transporte público.

Todos estos cambios pueden ser una realidad a final de este 2020. Tan pronto como aparezca la vacuna el Coronavirus puede pasar a ser un trágico recuerdo, aunque el  cambio en nuestros hábitos también puede que hayan cambiado para siempre.