Últimamente estamos escuchando hablar mucho del colapso de los hospitales, pero no son los únicos servicios públicos que se están viendo desbordados por la crisis del Coronavirus. Acaba de salir a la luz la situación límite en la que se encuentran las oficinas de la Seguridad Social encargadas de tramitar las ayudas a miles de familias en España.
Esta es una situación delicada porque, a raíz de los protocolos de protección frente al virus, ante cualquier trámite presencial es obligatorio pedir cita previa por internet o por teléfono. Esto, sin embargo, se ha convertido en una odisea para muchas personas.
A veces resulta directamente imposible concertar una cita previa, un paso indispensable para hacer cualquier trámite en la seguridad social. Así lo ha denunciado el popular actor Antonio Resines, que asegura que ni los teléfonos que ponen ni la web de la Tesorería General funcionan, y así es imposible concertar una cita para hacer los trámites.
Esta es la situación que se está viviendo en muchas oficinas de la Seguridad Social en España, desbordadas por la avalancha de peticiones de trámites como el del ingreso mínimo vital. Pero además, cualquier procedimiento como gestionar una jubilación o registrar a un recién nacido se está haciendo imposible para muchas personas.
Quienes hacen cola a la espera de una solución denuncian que es una situación vergonzosa ante la cual se sienten desamparados y sin saber qué hacer. Hay casos de personas que llevan meses sin cobrar la pensión de viudedad, por ejemplo. Una usuaria se queja de que lleva intentando dar de alta a su hija tres meses sin éxito: «No la puedo ni vacunar».
Tráfico de citas previas
Algunos ciudadanos que intentan pedir cita previa a través del teléfono sin éxito lo prueban desde la página web, pero tampoco funciona. Y viceversa. Un afectado explica que llevan un mes intentando concertar la cita pero no hay manera.
Los privilegiados que sí han conseguido una cita confiesan el único truco que les ha funcionado para lograrlo: hacerlo a primera hora o de madrugada. «Hace veinte días conseguí una cita previa llamando a las nueve de la mañana», dice un usuario, mientras otro reconoce que pedirlo de madrugada es el único sistema para sortear el colapso.
El bloqueo es tal que incluso ha aparecido un mercado negro de citas previas. Se trata de gente que está sacando provecho de la situación gestionando citas a cambio de dinero. Así lo explica un testimonio: «Una amiga mía ha tenido que pagar 150 euros para que le den cita en tres días. Es una mafia». Este tipo de prácticas se están produciendo mucho para trámites de Extranjería.