Dicen los expertos que la posibilidad de que te caiga un rayo es 1 de cada 3 millones. Sin embargo, ayer le tocó a un vecino de Torrelodones, en la Comunidad de Madrid, que fue alcanzado por un rayo y herido cuando salía al jardín de su casa con el paraguas en la mano, durante las fuertes tormentas que tuvieron lugar ayer en varias zonas de España.
El rayo entró por la mano derecha con la que el hombre sujetaba el paraguas, que ejerció como puerta de entrada de la descarga saliendo por la pierna izquierda. El hombre tiene quemaduras de tercer grado en la zona por donde salió el rayo, però no está grave.
Pero los expertos advierten que su suerte habría sido muy diferente si el hombre hubiera sujetado el paraguas con la mano izquierda. La jefa de guardia del Summa 112, Ester Armela, atendió al herido en cuestión y explica que «con esa misma trayectoria la descarga hubiera pasado por el corazón y probablemente habría sufrido una parada cardiorrespiratoria».
El impacto de un rayo en una persona puede producir heridas de mucha gravedad a causa de la altísima energía que aporta una descarga eléctrica. Hay lesiones externas producidas por el propio golpe. La víctima de ayer describe una sensación como que algo le tiraba al suelo, como si le hubieran dado un mazazo.
Pero también lesiones más graves, sobre todo las quemaduras provocadas por la entrada y salida del rayo del cuerpo. Las quemaduras más graves se producen en la zona de salida, mientras que en la zona de entrada apenas se producen lesiones. En todo caso, siempre es mejor que salga para que la energía haga menos daño en el interior.
En el caso de la víctima de Torrelodones, tenía una especie de hematoma en la pierna que forma como un árbol con ramificaciones llamado «figuras de Lichtenberg». Se trata de los efectos que producen los ratos en el organismo.
También se producen lesiones internas, pero son más difíciles de concretar. La víctima de ayer dijo no poder mover las piernas y sentir una gran angustia tras recibir la descarga. Los profesionales lo describen como una especie de cortocircuito entre la energía que entra y la que tiene nuestro propio sistema nervioso.
Según los especialistas, se pueden producir quemaduras internas en los vasos sanguíneos, que actúan como conductores, y en los huesos, si se calientan mucho por la intensidad de la energía. Estas quemaduras internas tardan entre un día y dos en hacerse visibles, pero pueden producir lesiones bastante graves.
Guía de supervivencia
Los servicios de Emergencias recomiendan protegerse de las tormentas eléctricas estando en caso. La única precaución cuando se está en casa es cerrar las ventanas para evitar corrientes de aire que pueden atraer los rayos. Siempre es aconsejable apagar las luces y desenchufar los electrodomésticos y la atenta de la televisión.
Pero si la tormenta se desata estando en la calle, la primera recomendación es buscar refugio en los edificios más próximos. Emergencias aconseja evitar ramas, carteles, muros o cualquier objeto susceptible de verse derribado por el viento o alcanzado por un rayo.
La situación se complica si estás en el campo. Se recomienda abandonar las zonas altas de las colinas, los cerros y la lomas, así como las zonas bajas de los valles, y no refugiarse bajo árboles solitarios ni caminar por las laderas. Hay que guardar las distancias con alambradas, verjas y cualquier tipo de objetos y construcciones metálicas que haya.