Imagen del interior del SEPE

5 provincias de España donde a día de hoy las pensiones ya no son viables

Presentan una relación 1:1, es decir, un cotizante por cada pensionista

Desde hace un tiempo se ha puesto sobre el foco mediático la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones.

El aumento de la esperanza de vida, unida a la poca natalidad en nuestro país, está provocando que la hucha de las pensiones se vacíe a un ritmo desenfrenado.

Al existir una fuente de financiación exclusiva para las pensiones, como son las cotizaciones sociales, el sistema debería poder autofinanciarse, es decir, ser autosuficiente.

El objetivo es que las prestaciones que se distribuyen se financien con las aportaciones que hacen los trabajadores en activo a la Seguridad Social.

Sin embargo, la inviabilidad del sistema de las pensiones lleva un tiempo manifestándose a través de una media española que, a día de hoy, se sitúa por debajo de los 1,5 cotizantes por pensión, según las cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Pero más allá de esta media deficiente que presenta el país en general, existen provincias españolas donde, a día de hoy, las pensiones ya no son viables.

Las cinco provincias españolas donde las pensiones ya no son viables

Los expertos han insistido en la importancia de mantener una relación 2:1 (dos cotizantes por cada pensionista) para garantizar el futuro del sistema de pensiones, una cifra a la que llegan muy pocas provincias españolas. 

Ni siquiera las tres provincias del País Vasco o las cuatro de Cataluña, incluida Barcelona, que son provincias españolas con una elevada tasa de población en edad de trabajar, son capaces de cumplir esa relación.

No obstante, existen cinco provincias cuyos datos muestran una relación 1:1 que pone de manifiesto la actual insostenibilidad del sistema en dichos territorios.

Es el caso de Asturias, donde hay 356.025 afiliados a la Seguridad Social y el número total de pensiones en el mismo territorio es de algo más de 300.000. Lo mismo sucede en Lugo con 118.000 cotizantes por 115.000 pensiones, mientras que Zamora y León también muestran cifras similares.

Pero el caso más llamativo y preocupante es el de Ourense, donde el número de prestaciones ya es incluso superior al número de afiliados: sólo 100.061 trabajadores aportando al sistema por 106.000 pensiones.

La mayor parte de las prestaciones que se abonan desde la Seguridad Social corresponden a la jubilación.

En Ourense, la cifra de jubilados es de más de 60.000 personas por los mencionados 100.000 cotizantes, mientras que en León el dato llega casi a los 86.000 jubilados frete a un total de 154.000 afiliados.

La inviabilidad del sistema de pensiones en el Noroeste de España

Los datos ofrecidos por el INE ilustran de manera extraordinaria la realidad demográfica del noroeste español, cada vez más envejecido y vacío de población adulta en edad de trabajar.

Las peores cifras son registradas por las provincias ubicadas en las regiones de Asturias, Galicia y Castilla y León, donde todas las provincias se quedan por debajo de los 1,5 cotizantes por pensión.

Por ejemplo, en Palencia, A Coruña o Salamanca, más del 20% de la población supera ya los 65 años.

En el lado contrario de la balanza encontramos provincias como Murcia, Málaga, Madrid, Guadalajara y las dos provincias canarias que presentan una relación 2:1.

Son zonas que pueden permitirse sostener el sistema de pensiones debido a la población joven que se desplaza a la capital o a provincias con mucho peso turístico para poder trabajar.

Sin embargo, cabe destacar que este año se aprecia un notable deterioro en el sistema como resultado de la crisis derivada del coronavirus.

Las cifras de afiliados han caído notablemente en todas las provincias, poniendo como ejemplo a Cataluña, donde el número de cotizantes se ha reducido en más de 100.000 afiliados. Aunque el número de prestaciones ha crecido muy poco como consecuencia de la alta mortalidad del virus.