San Valentín suele ser una fecha muy especial para disfrutar en pareja, pero este no ha sido el caso de Alicia. Esta mujer de 54 años se convirtió en la segunda víctima mortal por violencia de género en Madrid del 2021 el pasado 14 de febrero. Un tiro en el pecho era el regalo que le tenía preparado su marido para celebrar este día.
Este desgarrador suceso tuvo lugar pasada la medianoche en el número 3 de la calle del Oeste, junto a la carretera del Plantío en Majadahonda. Una zona algo apartada y llena de calles con pequeñas viviendas en las que los vecinos solo se conocen de vista.
«Los tenía a todos sometidos»
Alicia P. y su marido, un hombre de 62 años identificado como J. A. F, llevaban juntos más de 30 años y tenían cuatro hijos en común. Pero tal era infierno en el que se había convertido la convivencia en familia que las dos mayores se marcharon a vivir con sus novios y dejaron atrás a sus padres.
Al menor de los cuatro hijos, que recientemente ha cumplido la mayoría de edad, su padre le echó de casa «porque era el único que le plantaba cara», según han explicado sus amigos a 'ABC'.
La única que se quedó en el pequeño chalé familiar junto a sus padres fue Alicia, una joven de 22 años que presenció el terrible crimen y que comparte nombre con su madre.
Aunque J. A. F. llevaba años maltratando a su mujer y a sus hijos, la situación nunca llegó a trascender entre sus vecinos y allegados. Como suele suceder en estos casos, la pena se vivía de puertas para adentro.
Fuera de su casa, el agresor era un hombre al que calificaban como «callado, delgado y a veces malencarado», pero que nunca había dado problemas.
«Apenas hablaba de su familia, cambiaba de tema... Sabíamos que las cosas no iban bien, pero no hasta ese punto. Él es un tipo violento, un mal bicho, que los tenía a todos sometidos. Alicia decía que seguía viviendo con ellos porque no quería dejar sola a su madre. Y ahora ocurre esto», ha lamentado una amiga de la hija de la fallecida.
Aunque la situación de violencia familiar llevaba sucediendo desde hacía años, J. A. F. nunca fue denunciado. No constataban órdenes de alejamiento contra él ni ningún tipo de registro sobre las agresiones que finalmente terminaron la vida de Alicia.
La mujer de 54 años mostraba una actitud normal cuando acudía sola al supermercado donde trabajaba su hija, pero era distinta cuando lo hacía acompañada de su marido. «Iba muy seria, sin apenas mirar a nadie».
Le pega un tiro a su mujer y se intenta suicidar
Los vecinos conocieron la realidad el 14 de febrero, cuando J. A. F. le pegó un tiro en el pecho a su mujer delante de su hija de 22 años, que no paraba de gritar pidiendo auxilio.
A pesar de estar herida gravemente, Alicia P. consiguió salir del domicilio donde había recibido el disparo y llegar hasta la acera, allí se desplomó. Una patrulla de la Policía Local fue la primera en llegar al lugar del crimen y se la encontraron en parada cardiorrespiratoria, por lo que le realizaron las maniobras de reanimación hasta que llegó una ambulancia del Summa.
Los sanitarios siguieron con las maniobras durante 45 minutos más, pero no consiguieron revertir las consecuencias del impacto de las balas. La mujer falleció.
Los efectivos del Summa también tuvieron que atender al autor del crimen, quien fue hallado dentro de la casa en estado grave por heridas de armas de fuego que él mismo se autoinfligió tras matar a su mujer, tal y como han explicado desde la Guardia Civil. El hombre fue intubado y trasladado al Hospital Puerta de Hierro, donde permanece ingresado.
La hija de la fallecida, Alicia, también tuvo que ser atendida por los sanitarios. La joven de 22 años sufrió una severa crisis de ansiedad tras presenciar el terrible crimen.