Un nuevo proyecto del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) de Cataluña permite recoger el agua en suspensión de la niebla y reutilizarla para reforestar zonas quemadas por incendios forestales o afectadas por sequía extrema. La iniciativa del proyecto 'LIFE Nieblas' tiene como objetivo recuperar los bosques y acuíferos de Barranco de la Virgen y Selva de Doramas, en la isla de Gran Canaria, e implantar el mismo sistema en la cuenca Mediterránea y en Portugal, como práctica contra la crisis climática.
Recuperar el gran pulmón de laurisilva en Gran Canaria
«Esto permitirá consolidar una masa boscosa de laurisilva y recuperar la función de provisión de agua de la antigua Selva de Doramas en Gran Canaria», han destacado desde CREAF. El reto de los investigadores es captar en los próximos cuatro años unos 215.000 litros anuales de agua de niebla y de rocío para repoblar 35 hectáreas con 20.000 árboles de laurisilva quemadas y con alto riesgo de desertificación en la isla de Gran Canaria.
Beneficios para todo el ecosistema
«Restauramos hábitats de interés comunitario que acogen especies vegetales y animales únicas en el mundo y que, además, tienen un impacto directo sobre la vida de las personas que habitan la isla», ha explicado el investigador de CREAF Vicenç Carabassa. Según destaca Carabassa, el mayor desafío es transformar una zona altamente degradada por siglos de tala y extracción masiva de agua de los acuíferos en un modelo de recuperación medioambiental.
«Con esta iniciativa abordamos la reforestación de manera más viable y eficaz, actuando en zonas especialmente vulnerables al cambio climático y la desertificación», ha agregado el investigador. En el estudio también participan el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, la Universidad de La Laguna, el Instituto Tecnológico de Canarias y la Comunidad Intermunicipal Viseu Dão Lafões de Portugal.
¿Qué son y dónde se pueden encontrar los bosques de Laurisilva?
Este tipo de bosques se encuentran en la isla de Gran Canaria de altitudes des de 500 metros hasta los 1200 metros y en zonas directamente influenciadas por los vientos alisios. Se trata de un bosque ombrófilo, denso y de grandes árboles presente en el norte de la isla, que se hace posible gracias a las condiciones hídricas que proporciona el mar de nubes y su lluvia horizontal. Las especies vegetales superiores que abundan son laureles, tiles, viñátigos, barbusanos, y otras de menor tamaño como el bicácaro, la cresta de gallo, y una gran variedad de helechos.
En Gran Canaria, debido a la presión antrópica, solo quedan algunos reductos protegidos de laurisilva y de fayal-brezal en lugares como Los Tilos de Moya y el Brezal de Santa Cristina. Se trata de los restos de un antiguo bosque de laurisilva, muy extenso en el pasado, conocido como la Selva de Doramas. Respecto a la fauna mamífera, cabe destacar la musaraña de Osorio y entre las aves podemos citar al capirote, etc.
Gran Canaria, la isla con más masa forestal del archipiélago canario
Originalmente, la isla de Gran Canaria fue una de las islas de Canarias con más amplia masa forestal. Sin embargo tras la conquista de Canarias, según informa la Wikipedia, la isla sufrió un grave proceso de deforestación a consecuencia de las continuas talas, repartimientos de tierras y otros aprovechamientos intensivos. Esto provocó que dicha masa forestal quedase reducida a apenas 56.000 hectáreas, convirtiendo a la isla en la más deforestada del archipiélago por acción humana.
Sin embargo, en el siglo XX comenzaron a realizarse labores de reforestación de la zona cumbrera de la isla, recuperando parte de la masa boscosa perdida. Actualmente, como en las demás islas canarias de mayor altura, en Gran Canaria también se produce una estratificación en pisos de vegetación. Es visita recomendada el Jardín Botánico Viera y Clavijo, o Jardín Canario, para observar una muestra de esos diferentes pisos de vegetación.