Tragedia inesperada en Málaga. La muerte repentina del bombero César Quevedo ha manchado la Semana Santa de arriba a abajo. Pues nadie lo esperaba. A sus 51 años, Quevedo hacía deporte asiduamente y había vivido sus últimos días con total normalidad.
Según cuenta 'Diario SUR', la luz de César Quevedo se apagó de golpe y porrazo el pasado viernes, 15 de abril. El Bombero, natural de Santander, sufrió un infarto fulminante dejando totalmente consternados a sus hijos y al Real Cuerpo de Bomberos de Málaga.
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César, padre de dos niños
César nació en Santander, pero hacía más de 20 años que se había afincado en Málaga. Era, de hecho, un malagueño más. Padre de dos niños, uno de 14 años y otro de 17, Quevedo era un gran aficionado al deporte.
Estuvo en la selección española
Así lo acredita su pasado como deportista. Pues jugó en el Real Racing Club de Santander, donde destacó en su cantera; y fue campeón de España de pesca submarina. De hecho, llegó hasta la selección española.
También destacó en ciclismo, pues corrió de forma semiprofesional. A día de hoy, César Quevedo no perdía ocasión de ir en su bicicleta y salía siempre que podía.
Finalmente, cabe destacar que se ha instalado una capilla en el parque de Martiricos. Además, según explica el medio citado, una comitiva de bomberos de Málaga se ha desplazado hasta su Santander natal para asistir al sepelio en representación de todos sus compañeros.
César, un héroe sin capa
César se puede ir tranquilo, pues su legado es para envidiar. César Quevedo realizó destacados servicios en el Real Cuerpo de Bomberos de Málaga durante 20 años, llegando incluso a salvar varias vidas.
De hecho, participó en la excarceración de personas en el grave accidente que ocurrió en una torre de 15 plantas de Ciudad Jardín. Accidente en el que un hombre de 50 años y su madre fallecieron. En aquel incidente, también resultaron heridos tres bomberos del cuerpo del que formaba parte el mismo César Quevedo.
La provincia de Málaga, pues, de luto en una de sus semanas más señaladas.