«Hay evidencias existentes que la nueva variante de la Covid-19 puede estar asociada con un grado mayor de mortalidad». Así de tajante y contundente se ha mostrado el primer ministro inglés, Boris Johnson, a la hora de hacer referencia a una nueva cepa del coronavirus que ya causa estragos en Inglaterra.
El máximo responsable del Ejecutivo británico, además, explicó también que el número de pacientes actualmente en la UCI británica es un 78% más alta que durante el mes de abril de 2020. «El sistema médico está sometido a mucha más presión», comentó Boris Johnson.
Y puede que los datos si den la razón a lo que anunciaba el premier británico. Mientras en nuestro país, por poner un ejemplo, las cifras de fallecidos están rondando en los últimos días los 400, en Reino Unido, que tiene unos 20 millones más de habitantes, hace días que se sitúa por encima de los 1.000. Solo hoy contabilizaban 1.400 y hace dos días 1.826.
Sin embargo, el mismo Johnson ha querido lanzar un mensaje esperanzador asegurando que las vacunas sí son efectivas contra la nueva cepa. «Todas las evidencias actuales muestran que las vacunas siguen siendo efectivas contra la variante antigua de la Covid-19 y la actual», dijo Johnson.
La farmacéutica Pzifer, de hecho, ya anunció a finales de la semana pasada que tenía «evidencias» de que su vacuna era efectiva contra la nueva cepa de la Covid-19 detectada en Inglaterra.
Esta novedad llega después que durante semanas se viniera defendiendo que no había indicios para hablar de una mayor mortalidad entra esta nueva variante. Hasta ahora el único riesgo conocido y confirmado es que esta cepa conocida como VUI-202012/01 puede ser hasta un 70% más contagiosa
Sigue la odisea de la Covid-19
Inglaterra se encuentra en una situación crítica por la Covid-19. Desgraciadamente, la actualidad británica no es una anécdota. Otros países europeos han optado también por endurecer en su máxima expresión las medidas contra la Covid-19 y Portugal, sin ir más lejos, ha optado por dos medidas de lo más drásticas: el cierre de escuelas durante 15 días como mínimo , y el decreto del toque de queda a partir de las 13.00 horas del mediodía los fines de semana.
En España, Madrid acaba de anunciar que la hostelería deberá cerrar a partir de las 21.00 horas y que el toque de queda se adelanta a las 22.00 horas. El gobierno de la comunidad aprovechaba además la rueda de prensa para anunciar nuevas restricciones para analizar el impacto de la cepa británica en Madrid.
Sobre este asunto el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero lanzaba otra vez un mensaje de crítica al gobierno de Pedro Sánchez. «El Ministerio de Sanidad no le da importancia a la cepa británica, nosotros sí, y mucha», decía y volvía a centrar sus quejas por la falta de controles en el aeropuerto de Barajas. «Una vez más el virus ha entrado por el aeropuerto de Barajas y volvemos a pagar las consecuencias», y añadía «exigimos al Gobierno central que intensifique los controles aéreos y el resto de medios de transporte».
Para Ruiz Escudero, esta nueva variante «va a ser la predominante en la Comunidad de Madrid en las próximas semanas». Estima que actualmente en los centros de salud supone entre un 7 y un 33% de los casos detectados.
En Cataluña, mientras tanto, continúa la calma tensa y se está a la espera de la decisión de los expertos para ver qué termina pasando con el futuro inminente de la pandemia. Sobre la mesa, de momento, el Gobierno ya ha explicado que existe la opción de endurecer el confinamiento.