La tercera ola de coronavirus en nuestro país ya ha superado a la segunda en cuanto a virulencia de los contagios, la incidencia acumulada y, en muchos casos, la saturación que se está produciendo en los hospitales, y eso cuando todavía no se ha alcanzado el pico máximo, aunque Fernando Simón cree que está cerca.
Lo que está claro es que, a falta de superar ese pico de la tercera ola y que empiece un descenso de los contagios, la situación en los hospitales va a seguir empeorando como mínimo una semana más, que es el tiempo que tarda en trasladarse el aumento de contagios a los ingresos. Es decir, si el pico máximo de la tercera ola se alcanzase hoy, el pico de saturación hospitalaria no llegaría hasta el viernes que viene, o quizás incluso más tarde, ya que los síntomas a veces tardan más en aparecer.
Este hecho ha hecho que varias comunidades autónomas se lleven las manos a la cabeza ante lo que está por venir, porque alguna de ellas ya tiene niveles de presión asistencial muy por encima de la segunda ola y acercándose peligrosamente a la primera, entre marzo y abril del año pasado, cuando muchos hospitales vivieron un verdadero colapso.
Es el caso de Cataluña, una de las regiones con más personas ingresadas. En los hospitales catalanes hay actualmente 4.909 personas ingresadas, más que ninguna otra comunidad en España, lo que supone el 19,34% de sus camas. En el caso de las UCI, la situación es todavía más grave, porque hay 710 personas ingresadas que suponen el 47,68% de las camas. Es decir, casi la mitad de camas de UCI ya están ocupadas por pacientes Covid-19, según los datos que maneja Sanidad.
Desde el Departament de Salut han informado que la Generalitat ya trabaja sobre un informe que prevé un pico de hasta 900 personas ingresadas en las UCI en las próximas semanas, que sumados a los enfermos de otras patologías se colocarán alrededor de 1.200 o 1.300 ingresados. El director del Servei Català de Salut, Adrià Comella, ha alertado que si se producen desajustes en las previsiones, la situación de «desbordamiento sería una posible realidad».
Comella ha explicado que la presión asistencial de esta tercera ola no se parece a la de la segunda, sino más bien a la de la primera, recalcando que ya se ha desprogramado entre un 10 y un 15% de la actividad de los centros para poder atender a los pacientes con Covid.
Por su parte, la consellera de Salut, Alba Vergés, ha explicado que la presión hospitalaria actual es «altísima», también en la Atención Primaria, y que la pandemia está en un momento «muy complejo» en Cataluña y en otros países y territorios españoles. De hecho, Cataluña no es la autonomía con peores datos en los hospitales.
Según el informe de Sanidad, La Rioja (60%) y la Comunidad Valenciana (57,50%) tienen más de la mitad de sus UCI ocupadas con pacientes Covid, pero otras como Melilla (47,06%), Madrid (46%), Castilla-La Mancha (46,41%) y las Islas Baleares (43,28%) ya superan el 40%.
Vergés ha explicado que aunque la tendencia de la pandemia en Cataluña parezca empezar a frenarse, la situación en los hospitales todavía seguirá empeorando varios días, y aunque es posible aumentar la capacidad de las UCI hasta los 1.200 o 1.300 pacientes, Comella ha reiterado que para ello habrá que sacrificar la asistencia a pacientes con otras patologías.
Cataluña detecta mejoras en los índices epidemiológicos
Sobre la evolución de la pandemia, Cataluña ha empezado a notar como algunos indicadores epidemiológicos empiezan a descender, aunque de forma tímida. Los contagios siguen muy disparados, con 4.431 contagios notificados en el informe de ayer, 21 de enero, pero otros como el riesgo de rebrote o la velocidad de reproducción (Rt) bajan.
El riesgo de rebrote, un índice que utiliza Cataluña para valorar la situación, ha bajado en los últimos días hasta los 664 puntos, que siguen siendo muchos más que los 100 que marcan una situación de riesgo extremo, pero bajan considerablemente respecto a los casi 800 que marcaba el pasado fin de semana. La velocidad de reproducción, por su parte, se sitúa en 1,07, bajando tímidamente aunque todavía por encima del 1,0, lo que significa que la pandemia está en expansión.