Aunque en principio los datos de la pandemia no parecían prever que pudiera haber una cierta relajación de medidas en Castilla-La Mancha, finalmente que sí será así. Y es que la comunidad manchega flexibilizará un poco sus medidas contra el coronavirus después de lo aprobado este jueves aprobado en un Consejo de Gobierno Extraordinario.
Ha sido el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, el encargado de confirmar que se retrasaba una hora el inicio del actual toque de queda, además de que se ampliaba el máximo de personas que se permitían en las reuniones sociales.
Donde no habrá ningún cambio de momento es en la movilidad. El Gobierno de Castilla-La Mancha mantendrá el cierre perimetral de toda la comunidad, con lo que no se podrá salir ni entrar de la misma si no es por uno de los motivos justificados ya conocidos.
Con la modificación, el toque de queda en toda la comunidad queda establecido entre la medianoche y las seis de la mañana. Además, se eleva hasta seis el número máximo de personas que se podrán reunir tanto en espacios públicos cerrados como abiertos. Estos últimos podían tener otra modificación pero que todavía no ha sido concretada. A su vez, también decae la prohibición de reuniones entre no convivientes en domicilios, una vez se ha acabado el periodo de medidas especiales entre el 26 de marzo y el 9 de abril por la Semana Santa. Todas estas medidas se empezarán aplicar a partir del 10 de abril.
Fernández Sanz también ha confirmado que a partir de ahora se introducirán nuevos criterios para establecer las restricciones municipales. Se seguirá el 'semáforo' actualizado por Sanidad que tiene en cuenta la incidencia acumulada a 7 días por cada 100.000 habitantes. Así se considerará en riesgo muy alto cuando sea superior a 250 casos; alto entre 150 y 250, riesgo medio entre 75 y 150 y riesgo bajo cuando es de 50 a 75.
Las poblaciones que están en nivel más alto de restricciones
Pero junto a estas medidas de carácter más general, Castilla-La Mancha mantiene su plan de aplicar medidas concretas en cada municipio siguiendo una escala de tres niveles. Actualmente, la gran mayoría de las poblaciones manchegas se encuentran en nivel 2. Esto lo rompen Azuqueca de Henares, Cabanillas del Campo, Fontanar, Las Ventas de Retamosa, Noblejas, Pioz, Santa Cruz de la Zarza, Torrenueva, Valmojado y Yunquera de Henares, que están en nivel 3, además de Alovera, Herencia, Horche y Socuéllamos, que están en nivel 3 reforzado.
En bares y restaurantes, en la mayoría de poblaciones manchegas hay un aforo de un 50% en interiores y de un 75% en terrazas. Este último se ve reducido a un 50% en el nivel 3 y a un tercio en locales cerrados. En nivel reforzado, están cerrados todos los bares, restaurantes, cafeterías, pubs y otros establecimientos similares salvo en hospitales, hoteles (para clientes alojados) y comedores de empresas, institutos y universidades. En toda la comunidad está prohibido el consumo en barra.
En lo que se refiere a la cultura y el ocio, también existen importantes diferencias entre los distintos niveles. Entre otras muchas medidas, en nivel 2, cines, teatros o auditorios abren a un 30% de aforo mientras que en los otros niveles están cerrados por completo. Bibliotecas o museos sí abren en los dos primeros a un 50 y un 30 por ciento respectivamente, siempre con un límite en grupos de 6 personas.
Pero como decimos en el nivel 3 reforzado es donde se encuentran las medidas más contundentes. En esas poblaciones están cerrados centros comerciales, superficies y establecimientos comerciales que presenten una superficie útil de exposición y venta igual o superior a 300 metros cuadrados que no sean considerados esenciales, de alimentación o higiene o las zonas de los mismos dedicadas a ellos.