La misteriosa desaparición de dos niñas de 13 y 14 años en España podría resolverse tres décadas después. Al menos eso es lo que aseguraban en el programa Viva la Vida de Telecinco, después de hacerse eco del caso. Al parecer, una espectadora había aportado un testimonio crucial.
Manuela Torres y Virginia Guerrero desaparecieron el 23 de abril de 1992, en Aguilar de Campoo (Palencia), cuando volvían a casa haciendo autostop. La investigación, llena de errores y pistas falsas, acabó eclipsada por otro suceso muy parecido que ocurrió poco después, el Caso Alcàsser.
Casi treinta años después, el programa de Telecinco ha vuelto a sacar a la luz aquellos hechos. Durante la emisión del programa, el pasado mes de febrero, una espectadora se sintió reconocida. A ella y a una amiga suya les pasó lo mismo en la misma época, en el mismo lugar, y decidió contarlo.
Según desveló el programa, el testimonio de esta mujer ha sido fundamental para que se reabra el caso de las niñas de Aguilar. Incluso se informó de la detención de un sospechoso que podría tener conexión con la desaparición de las niñas. ¿Está a punto de resolverse ‘el Caso Alcàsser de Palencia’?
La Subdelegación del Gobierno en Palencia ha desmentido tanto la reapertura del caso como la detención de un sospechoso. Según el subdelegado, Ángel Domingo Miguel, no se descarta la reapertura en un futuro. Pero por ahora, sigue archivado en el juzgado de Cervera de Pisuerga.
En declaraciones a la cadena Cope, asegura que “lo que ha aparecido en el programa solo apunta a indicios”. “A partir de aquí”, según ha añadido, “el juzgado decidirá si se puede abrir o no una línea de investigación”. Pero ha dejado claro que a fecha de hoy “no hay ninguna línea de investigación”.
El caso de las niñas de Aguilar
En febrero de este año, el programa Viva la Vida de Telecinco se hizo eco de la misteriosa desaparición de Manuela y Virgina. Tenían 13 y 14 años cuando desaparecieron. Se habían ido de fiesta a 30 kilómetros de casa, y volvieron haciendo autostop.
Las dos amigas tenían que ir a una fiesta de cumpleaños en su pueblo aquella tarde. Pero se subieron a un tren que las llevó a Reinosa (Cantabria). Allí fueron a una discoteca y estuvieron por la zona de bares hasta las 9 de la noche, cuando decidieron volver a casa.
A partir de entonces se les pierde el rastro y, a fecha de hoy, siguen constando en el registro de personas desaparecidas. Se abrió una investigación que nunca dio resultados, y que pronto quedó eclipsado por el crimen de las niñas de Alcàsser. La principal hipótesis es que alguien las montó en su coche y las secuestró.
En los años siguientes, algunas personas aseguraron haber visto a las niñas pero siempre resultaban ser pistas falsas. Hace poco, el deshielo dejó al descubierto una mandíbula y se volvió a especular sobre su paradero. También aparecieron dos cráneos en una casa okupa, pero tampoco se trataba de ellas.
La denuncia que lo cambia todo
Las familias de Manuela y Virginia han luchado por sobreponerse a la tragedia, pero nunca perdieron la esperanza de encontrarlas. Una esperanza que parecía ver la luz, por fin, con la difusión del caso en un programa de máxima audiencia. La historia de las dos amigas llamó la atención de una espectadora.
Entre las pocas certezas que parece haber en torno al caso de las niñas de Aguilar está la marca de un coche, un Seat 127 blanco con matrícula de Valladolid. Es el mismo coche que abordó a esta persona y a una amiga suya hace treinta años. Cree que los dos casos podrían estar conectados.
Cuando sucedió todo, esa persona no dijo nada porque ella y su amiga se habían escapado de casa y temían las represalias. Pero les ocurrió exactamente lo mismo que a Manuela y Virginia. Un coche las subió cuando hacían autostop con la presunta intención de llevarlas a casa.
Pero según está testigo, el coche se desvió de la ruta normal y ella reaccionó haciendo dar un volantazo al conductor. El coche se salió de la calzada y eso permitió a las dos amigas huir del lugar. En las últimas horas se había especulado con la detención de este hombre y la conexión de los dos casos.
Pero según informa la Guardia Civil, el caso sigue estando archivado y de momento no hay indicios suficientes para reabrirlo. Se trata de otro jarro de agua fría sobre las esperanzas de la familia de saber qué pasó con las dos jóvenes. El caso seguirá esperando a que se produzca otro giro del destino.