Las investigaciones para aclarar lo ocurrido con Esther López en la noche de su desaparición continúan, pero lo hacen a menor ritmo de lo deseado. Los agentes se han encontrado durante las últimas semanas con más contratiempos de los que pensaban. El caso tiene todos los componentes para alargarse en el tiempo.
El cuerpo de la joven apareció el pasado 5 de febrero en la cuneta de una carretera que da acceso a Traspinedo, en Valladolid. Con anterioridad esa zona ya había sido rastreada, pero en ningún momento detectaron la presencia de la fallecida.
La familia de Esther recibía en los últimos días otro duro varapalo. La jueza que lleva el procedimiento prohibía su incineración con el propósito de que pueda mantenerse la investigación. También para que se esclarezcan los motivos de su muerte.
Las autoridades políticas tratan de ser optimistas y confían en que dentro de muy poco tiempo se tengan detalles sobre el suceso. "Más pronto que tarde se sabrá que ha pasado", señalaba la delegada del Gobierno de Castilla y León, Virginia Barcones.
Explicó que la Guardia Civil sigue trabajando sobre el terreno "con la misma intensidad desde el primer día". Insiste en que harán todo lo posible para "esclarecer los hechos y responsabilidades que se deriven de los mismos".
En las últimas horas se habían puesto muchas esperanzas en el móvil de la mujer desaparecida. Sus últimos movimientos con el terminal podrían resultar decisivos. Algunos medios aseguran que desde su teléfono se envió un mensaje a su madre a las 5:40 de la madrugada del día que desapareció.
Diez minutos más tarde lo leería, y trataría de ponerse en contacto con ella, pero ya no recibiría contestación. Los agentes tratan de saber qué pudo suceder en ese periodo de tiempo tan reducido.
También se ha puesto el foco en los amigos de Esther López. Dos de ellos reconocieron que salieron de un bar con ella a las 2:30, dirigiéndose en coche a sus respectivas casas. Sin embargo, en las últimas semanas uno de ellos ha dado hasta tres versiones distintas de los hechos.
Lo que hace sospechar a los agentes de que pueda estar ocultando algo. Hubo también una tercera persona que fue investigada y que tras ser detenida acabó en libertad provisional ante la falta de pruebas.
Los agentes, de momento, barajan varias hipótesis sobre su muerte, por lo que todas las líneas de investigación continúan abiertas. Es posible que desde hace tiempo sospechen de alguien, pero no han conseguido reunir los indicios necesarios para inculparle.
Los conocidos que pasaron la última noche con la chica no están colaborando demasiado en el proceso. Así lo demuestra que hayan omitido en este tiempo una serie de detalles de gran relevancia.
Esther López y sus últimas horas con vida
Una vez que Esther López salió del último bar acompañada por los dos chicos se le pierde la pista. Se sabe que se montaron los tres juntos en un vehículo y que uno de ellos se apearía en un lugar próximo a su casa.
Ella continuaría el trayecto en compañía del otro hombre. Él aseguró en una de las versiones que se había bajado del coche enfadada en mitad de una carretera comarcal. A partir de ahí empiezan a surgir muchas dudas.
Fuera del ámbito de la investigación, uno de ellos reveló que habían consumido drogas esa noche. Una situación que puede dar un giro radical al caso, ya que eso podría explicar muchas cosas.
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En cualquier caso, el entorno de Esther López descartaba esta opción. No creían esta versión aportada por uno de los investigados.