Marisol Burón, madre de Marta Calvo, la joven que supuestamente fue asesinada en la localidad valenciana de Manuel y cuyo cuerpo se busca desde el pasado 7 de noviembre, ha remitido una carta abierta a los medios de comunicación en la que agradece la labor de las fuerzas de seguridad pero lamenta también que el supuesto homicida no hubiese sido deportado y estuviese en libertad bajo fianza y de forma irregular en España.
«¿Cuántas mujeres más tienen que ser violadas o asesinadas a manos de este tipo de personas, inhumanas, sin sentimientos? ¿Podría ser Marta la última? Voy a luchar por que las leyes cambien y en manos de ustedes, señores políticos, hay mucha fuerza para que esto se consiga», argumenta en su escrito.
Marta Calvo está desparecida desde el pasado 7 de noviembre de 2019. Su última señal procedía del municipio valenciano de Manuel, a donde acudió tras citarse con Jorge Ignacio P.J., quien se encuentra en prisión preventiva, comunicada y sin fianza, desde el pasado 6 de diciembre. La causa está abierta inicialmente por un delito de homicidio.
El detenido, que se entregó el 4 de diciembre en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, sostiene que la muerte de la joven fue «un accidente» y que procedió a desmembrar el cuerpo, cuyas partes distribuyó en varios contenedores. Desde entonces se busca el cuerpo de la joven en el vertedero de Dos Aguas, donde van a parar los residuos urbanos de la zona metropolitana de Valencia y la Guardia Civil busca indicios para comprobar si la versión del sospechoso es o no cierta.
La madre, que agradece la «incansable» labor de búsqueda del cuerpo de Marta, recuerda cómo su hija salió de casa «con total confianza a pasar unos días con una persona que había conocido, sin miedo, con libertad» y lamenta que no regresase porque «ese hombre se tomó la libertad de decidir que ya había vivido bastante».
Sobre el detenido, de nacionalidad colombiana, recuerda que cuando cometió el crimen -del que es autor confeso- se encontraba en España en libertad bajo fianza y a la espera de un juicio por tráfico de drogas, un delito del que era reincidente, y todo ello con un permiso de residencia caducado.
«Si hubiese sido deportado o no hubiese estado disfrutando desde esa libertad bajo fianza, hoy Marta estaría conmigo, con su familia, con sus amigos. Ese señor no hubiese causado este irreparable dolor sumado al de otras dos víctimas mortales, y otras ocho afectadas que también han querido denunciar lo que sufrieron en manos de este depravado (todos estos casos, gracias a Marta han sido descubiertos. ¡Gracias, hija por tu ayuda desde donde estés! Pena que hayas tenido que pagar con tu vida)».
Con ello se refiere la madre al hecho de que el sospechoso está siendo investigado por otros supuestos homicidios y tentativas, uno de ellos por la muerte de una mujer el pasado mes de junio en el barrio valenciano de Russafa, al parecer todos ellos en circunstancias similares de prácticas sexuales con cocaína.
Marisol Burón reclama la modificación del Código Penal y el endurecimiento de las penas en casos de asesinato y violación. «Yo sí creo en la reinserción de un drogadicto, un ladrón, en la reinserción de delitos menores, pero, ¿un asesino o un violador? ¿De verdad creen en su reinserción? ¿No hemos visto y sufrido ya suficientes noticias de asesinos y violadores reincidentes? ¿Cuántas mujeres más tienen que ser violadas o asesinadas a manos de este tipo de personas, inhumanas, sin sentimientos?», se pregunta.
«Creo que ante leyes más duras y condenas más duras, estos depravados asesinos, violadores, delincuentes se lo pensarían un poquito más, quizás hasta el punto de no hacerlo... Salvemos vidas que todavía estemos a tiempo de salvar», concluye la madre en su carta.