Alberto Sánchez Gómez, el joven del madrileño barrio de Guindalera que confesó haberse comido a su madre, envió dos cartas a un amigo el 2 y 3 de marzo, ambas escritas desde la cárcel de Alcalá-Meco. El joven de 28 años está en prisión hasta que salga el juicio por el que está acusado. Sánchez es el presunto autor de la muerte de su madre, María Soledad Gómez, cuyo cuerpo descuartizó más tarde y parte del mismo se lo acabaría comiendo
«No paro de comerme el coco con lo que ha sucedido. Estaba mal hace mucho tiempo y me refugié en las drogas», escribe en una de las cartas que ha recogido en exclusiva 'El Español'. «Llevaba mucho tiempo oyendo voces y teniendo alucinaciones. Todo esto me llevó a lo peor que me ha pasado en la vida», confiesa.
«El perro y yo nos hemos ido comiendo a trocitos a mi madre»
El día que los agentes de la Policía Nacional llegaron a la casa de Alberto Sánchez, ubicada en el número 50 de la calle Francisco Navacerrada del barrio madrileño de la Guindalera, próxima a la plaza de toros de Las Ventas, dieron fe de que el presunto parricida y su perro se habían comido varias partes del cadáver de su propia madre.
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«El perro y yo nos hemos ido comiendo a trocitos a mi madre», afirmó de forma sorpresiva cuando la Policía acudió a su casa, alarmados por varios vecinos que no veían hace días a María Soledad. El próximo 21 de abril, el presunto asesino irá a juicio en la Audiencia Provincial de Madrid y un jurado popular tomará la decisión de declararlo culpable o inocente.
La Fiscalía de Madrid pide para Alberto Sánchez una pena de 15 años de cárcel por un delito de homicidio y otros cinco meses más de cárcel por otro más de profanación de cadáveres, además de una indemnización a su hermano mayor de 90.000 euros.
El terrible suceso en el barrio madrileño de la Guindalera
Para relatar lo sucedido, el fiscal se explica que «en fecha no determinada, pero siempre entre el 27 de enero y el 21 de febrero de 2019, el acusado, tras un enfrentamiento verbal con su madre, se dirigió hacia ella sujetándola fuertemente por el cuello, y con el propósito de acabar con su vida, le presionó fuertemente con sus manos hasta lograr estrangularla, causando su muerte por asfixia», apunta el fiscal.
La Fiscalía de Madrid asegura que después Alberto llevó el cadáver de su madre hasta su cama. «Con el propósito de ir haciendo desaparecer su cuerpo, procedió a su descuartizamiento». Alberto utilizó una sierra de carpintero y dos cuchillos de cocina para ejecutar su macabra acción.
«Una vez había comenzado a trocear el cuerpo, se fue alimentando en ocasiones durante unos 15 días de los restos cadavéricos, guardando otros restos en varios recipientes de plástico por la vivienda y en el interior de la nevera que había en el domicilio, arrojando también algunos de ellos a la basura dentro de bolsas de plástico», continúa el relato.
«Os echo un montón de menos a todos, igual que a mi madre»
El contenido de las dos cartas enviadas a su amigo, el joven encarcelado habla largo y tendido de los años previos al asesinato de su madre y cuenta también cómo vive en prisión. Alberto explica que comparte celda con otro preso que pegó a su madre y entona el 'mea culpa' por matar a María Soledad. «A todos vosotros (en clara referencia a varios amigos suyos) y a vuestras madres», cuenta en una de las cartas.
Finalmente, Alberto sostiene que «os echo un montón de menos a todos, igual que a mi madre (...) Yo aquí no estoy a gusto. Espero que me lleven a un centro psiquiátrico después del juicio», sentencia el presunto parricida.