Los supermercados de todo el país llevan implementando medidas de seguridad desde que se decretó el estado de alarma por el coronavirus, con tal de proteger la seguridad de clientes y empleados. Carrefour es una de las cadenas que tiene las medidas de higiene y seguridad más exigentes del país, y se esfuerza por mejorarlas día a día.
Esta vez, la medida que ha tomado Carrefour es la de medir la temperatura a sus empleados antes de que inicien su jornada diaria, utilizando termómetros infrarrojos para ello. Esta medida, junto con las que lleva implementando estas semanas, tiene un objetivo muy claro: proteger la salud de sus empleados y que los clientes puedan ir a comprar de forma segura.
El termómetro infrarrojo permite que se pueda tomar la temperatura de una persona sin la necesidad de mantener contacto directo con ella. A través de su lente, este aparato puede medir las radiaciones infrarrojas del cuerpo, y calcula la temperatura en unos segundos.
Gracias a que no hay contacto directo, no hay necesidad de desinfectar el termómetro por cada persona que lo use, algo que hace que sea más rápido y sencillo este proceso. Además, tiene la misma precisión que un termómetro tradicional.
Esta medida se suma a las anteriores, como establecer distancias mínimas de seguridad entre clientes, controlar y limitar el aforo, facilitar geles, pantallas faciales y mascarillas a los empleados o la implementación de mamparas en las cajas, entre otras.
Por otra parte, Carrefour quiere prevenir el contagio contando con más de 900 técnicos de limpieza que trabajan limpiando y desinfectando tanto superficies como carros y cestas. Además, la empresa descontamina todos los pedidos ‘online’, limpia a diario los camiones y entregan los pedidos evitando cualquier contacto entre repartidor y cliente.
Carrefour también ha demostrado estar comprometido en ayudar lo máximo posible ante la difícil situación que estamos viviendo. Por eso, de la mano de Cruz Roja, dona productos a diferentes asociaciones y bancos de alimentos de todo el país.