Un desgarrador suceso tuvo lugar en Gandía (Valencia) el miércoles, 24 de febrero.. Un hombre de 67 años fue encontrado sin vida dentro de su vivienda en el distrito de Roís de Corella. La víctima estaba atada de pies y manos y su cuerpo tenía signos de violencia y síntomas de asfixia.
Fueron los dos sobrinos del fallecido quienes encontraron a media mañana el cuerpo. Los dos familiares llevaban días sin tener noticias sobre su tío, Carlos Almiñana, y sin que les respondiera las llamadas telefónicas.
Por este motivo, decidieron acercarse hasta su piso y descubrir qué era lo que sucedía, pero lo que no se esperaban era toparse con esa terrible escena.
Los allegados del hombre entraron al domicilio con la llave que ellos tenían de la vivienda y se toparon con la demoledora imagen del cadáver de su tío.
Tras esto, los sobrinos llamaron de forma inmediata al 112, cuyos operadores enviaron hasta el lugar a agentes de la Policía Nacional y Local de Gandía.
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El asesino conocía a la víctima
Las autoridades comprobaron que Carlos Almiñana había sido asesinado, por lo que tuvieron que activar el protocolo policial y los especialistas del grupo de Homicidios de Valencia y del equipo de inspecciones técnico-policiales de la Policía Científica de Valencia tuvieron que trasladarse hasta el sitio donde se produjeron los hechos.
Los efectivos prolongaron su trabajo en el interior del piso hasta pasadas las ocho de la noche del 24 de febrero en busca de cualquier evidencia que pudiera haber dejado el asesino.
Según las primeras apreciaciones del forense, que deberá confirmar este jueves, día 25, la autopsia, la investigación ha sido dirigida hacía alguien que fue a casa de Carlos Almiñana con la intención previa de robarle.
Además, la persona que cometió el asesinato posiblemente conocía a la víctima con anterioridad, ya que la puerta de la vivienda no estaba forzada y tuvo que ser el fallecido quien la abriera.
Una hipótesis que se ha visto reforzada porque el autor del crimen se llevó el coche del fallecido, un Citroën C4 de color rojo, y una importante cantidad de dinero de su cuenta corriente, tal y como denunciaron los dos sobrinos de la víctima a la Policía desde el primer momento.
El cadáver de Carlos apenas conservaba su ropa, tenía señales de asfixia y signos de violencia. Todo parece apuntar a que el asesinato se habría producido entre la noche del 18 de febrero y la mañana del 19, pero será la autopsia que se le practique al cuerpo, en el Instituto de Medicina Legal de Valencia, la que determinará la causa exacta de la muerte y la fecha concreta en la que tuvo lugar este desgarrador suceso.
Las autoridades están buscando al autor del crimen
Mientras tanto, la Policía Nacional ya ha puesto en marcha un dispositivo de búsqueda para tratar de encontrar al autor de los hechos y los agentes del grupo de Homicidios ya han comenzado a tomar declaración a los sobrinos, que son quienes más información conocen sobre su tío, y a los vecinos de la víctima. Con los datos que obtengan, tratarán de reconstruir las últimas horas de vida del fallecido.
Además, las autoridades también han empezado a revisar las cámaras de seguridad del entorno del domicilio de Carlos ante la posibilidad de que alguna de ellas hubiera captado una imagen del autor del asesinato a la llegada y a la salida de la finca.
También seguirán el rastro bancario del dinero que se llevó la persona que cometió el crimen, para saber si lo obtuvo poco a poco o si lo sacó a través de cajeros automáticos.
Carlos Almiñana era un hombre muy conocido en Gandía. Era miembro de la hermandad de Jesús Nazareno y voluntario de Cáritas. Vivía solo desde que su madre murió y solo tenía cerca a dos primas y varios sobrinos.