Hace unas semanas, una sobrecogedora llamada hizo pública la terrible realidad que se está viviendo en Ucrania. El Servicio de Seguridad de Ucrania interceptó la conversación entre Roman Bykovsky, un soldado ruso, y su mujer Olga.
En ella, la mujer de poco más de 20 años, le dio permiso para que violara a cuanta mujer ucraniana se cruzara por su camino. Tan solo le hizo una petición, que usara protección. Ahora, un exdiputado ruso ha informado sobre la terrible situación por la que está pasando Roman.
Roman Bykovsky cae en manos de soldados ucranianos
Poco se imaginaban Roman y Olga que las risas que compartieron hace unas semanas se convertirían en lágrimas. El matrimonio tuvo una escalofriante conversación de la que fue testigo todo el mundo.
Él, soldado ruso trasladado al frente para luchar contra Ucrania, quiso telefonear a su esposa para pedirle una cosa: si podía violar a civiles ucranianas. Desde que dio comienzo el conflicto bélico, se ha denunciado un incremento de violaciones de mujeres y niñas ucranianas.
El caso más dramático tuvo lugar en Bucha donde 25 de ellas, de entre 11 y 14 años, fueron forzadas sistemáticamente durante un mes. Las tropas rusas las mantenían encerradas en un sótano y nueve de ellas terminaron embarazadas.
Roman tenía el deseo de participar en este crimen de guerra, pero quería hacerlo contando con el apoyo de Olga. "Viola a esas mujeres, tienes mi permiso, pero usa protección", le contesto la joven.
Ahora, Ilya Ponomarev, exdiputado ruso exiliado ha informado sobre la situación del soldado. Según ha trascendido, Roman ha caído en manos del ejército ucraniano cerca de Izium y por el momento se desconoce su paradero. Este militar de 27 años era uno de los objetivos de la resistencia ucraniana después de salir a la luz la conversación con su esposa.
La indignación fue en aumento y las tropas de Zelenski no han tardado en dar con él. El Servicio de Seguridad ucraniano trabajó duró para identificarlo y con ello "expulsar este espíritu maligno de Ucrania lo antes posible".
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Así fue la investigación para dar con él
Nada más ser interceptada la llamada, los investigadores se pusieron manos a la obra para tratar de identificar a sus protagonistas. El número de teléfono les llevó hasta una red social rusa del matrimonio compuesto por Roman Bykovsky y Olga, donde publicaron varias fotografías de ellos juntos. Ambos tienen un hijo en común de cinco años y residen en Crimea.
En las fotos, el joven aparecía vestido de uniforme y se le identificó como perteneciente al 108º regimiento de asalto aerotransportado de la guardia rusa. Cuando se pusieron en contacto con Olga, esta confirmó que su marido se encontraba en Sebastopol, pero que estaba herido e ingresado en un hospital.
Al ser preguntada sobre la conversación con su marido, esta la negó, pero la coincidencia de sus voces era incuestionable. No había lugar a dudas de que Roman y Olga eran los artífices de la llamada que creó una indignación mundial.
Una vez identificados y con el soldado ruso todavía en tierras ucranianas, el ejército de Zelenski trabajó para dar con él. Tenían en su poder la prueba de que tenía intención de cometer un crimen de guerra contra civiles y debían capturarlo.
Finalmente así parece que ha sido y ahora Roman se encuentra en manos de la resistencia ucraniana. Mientras este sufre las represalias, por el momento, no se ha presentado ningún cargo contra su mujer por incitarle a violar civiles.