Primer plano de una maleta preparada para un viaje de vacaciones

Los viajes ya no serán lo mismo cuándo llegue la normalidad: qué cambiará y qué no

Algunos sectores mantendrán las medidas preventivas que han impuesto a consecuencia de la pandemia

El turismo ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia por las restricciones que han afectado a la movilidad.

Sin embargo, confían en que se produzca un efecto rebote y que la gente se atreva a viajar cuando la mayor parte de la población esté vacunada. 

A pesar de que el sector tiene la esperanza de que los ciudadanos se atrevan a hacer las maletas, tienen claro que no será igual que antes de que estallara la pandemia. Ahora, aquellas personas que viajen deberán tener en cuenta nuevas medidas.

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Los factores más importantes

Según un estudio que han realizado Travel Consul e Interface Tourism, el factor más importante para decidir el destino serán las certificaciones de salud y seguridad de cada país, así como también el precio y el acceso a sistemas sanitarios de calidad. 

Además, otro de los grandes cambios que sufrirá este sector será que los viajeros preferirán aquellos viajes que tengan la posibilidad de cancelación o que cuenten con seguro, destinos a los que puedan llegar conduciendo o con posibilidad de vuelos directos y alojamientos que dispongan de cocina propia.

Los campings, los hoteles de todo incluido y los paquetes vacacionales, según el estudio de Travel Consul e Interface Tourism, también cobrarán protagonismo tras la pandemia

Los hoteles

Todo el sector turístico tuvo que adaptarse rápidamente a la epidemia, pero los cambios en los hoteles no han sido tan bruscos como en otras actividades, ya que en estos establecimientos «las normas sanitarias están implementadas desde hace mucho tiempo». 

Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos y de la Asociación Hotelera Ashotel, ha destacado que los turistas suelen viajar en burbujas y «no suelen tener mucha interrelación» con otras personas fuera de su entorno. 

Las medidas que han tenido que implementar en los hoteles por la pandemia han llegado para quedarse «porque se ha demostrado que perseveran en la salud en general».

Así, tanto los clientes como los empleados deberán seguir haciendo uso del gel hidroalcohólico y de las mascarillas y respetar la distancia de seguridad. «Son muchas cosas que sin duda afianzan aún más el bienestar y la salud de los clientes y por supuesto eso se tendrá que quedar». 

Aunque Jorge Marichal ha abogado por mantener estas medidas, ha subrayado que esto solo son previsiones y que conservarlas o no dependerá de la implicación de los clientes y de la sociedad en general.

No obstante, ha señalado que hay dos cambios que ya se están llevando a cabo y que permanecerán vigentes: la renovación del aire y la aceleración de la digitalización de la red hotelera. 

La hostelería

La hostelería también ha sido un sector muy perjudicado, especialmente si se tiene en cuenta que un gran porcentaje de él proviene del turismo. «Nos ha afectado gravemente», ha subrayado José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España.

Los hosteleros también han tenido que aplicar nuevas medidas en sus establecimientos, pero con una gran diferencia: los cambios constantes que se han ido sufriendo según las restricciones que han impuesto los gobiernos regionales según los datos epidemiológicos. 

Así, este sector también ha abogado por un incremento de las herramientas digitales, la limpieza constante de los espacios y una mayor valoración de las terrazas. Prevenciones que, tal y como ha subrayado José Luis Yzuel, van a perdurar. 

Los viajes en avión

Tras el estallido de la pandemia, las aerolíneas llegaron a un consenso en la Unión Europea a través de la implantación de un protocolo de salud y seguridad elaborado por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). 

En este acuerdo se pactó la importancia de mantener en una distancia de seguridad de 1,5 metros entre los viajeros, el uso obligatorio de la mascarilla para mayores de 6 años, un aumento de la limpieza, la desinfección en las instalaciones y la fomentación de las medidas de higiene entre los pasajeros y el personal.

También se establecieron procedimientos durante el embarque y el desembarque del avión y se instaló la recirculación del aire a través de los filtros HEPA en todas las aeronaves. 

Unos protocolos que podrían convertirse en obligatorios como sucedió con los líquidos en cabina tras el 11S. «La gente pensaba que era un engorro y ahora está completamente aceptado. Yo creo que pasará lo mismo. Las que se queden, aunque aún no está claro cuáles van a ser, se interiorizarán», ha destacado Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas.

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