La última vez que vieron a Rocío Gea Pérez fue el pasado miércoles, cuando esta vecina de Requena y 43 años se despidió de su familia para acudir a un funeral. Eran las 10:30 horas del miércoles cuando cogió su coche para ir al entierro y, por razones que aún se están investigando, aparcó una zona de estacionamiento próxima a los Juzgados de Requena.
Si marido asegura a ‘La Vanguardia’ que Rocío se encontraba bien de salud y no tenía ningún problema. Tampoco tenía que acudir a ninguna cita posterior al funeral. Ahora la investigación corre a cargo de la Guardia Civil, que ha desplegado varias unidades de búsqueda para hallar el paradero de la vecina de Requena. Según asegura el marido de la desaparecida, varios vecinos de la localidad están colaborando en las labores de búsqueda.
No descartan ninguna hipótesis
Los investigadores tratan de discernir si la desaparición de Rocío es forzada o voluntaria, cosa que cambiaría el rumbo de la investigación en una dirección u otra. Por el momento, se sabe el lugar donde dejó estacionó el vehículo –cerrado y bien estacionado- y la hora aproximada de su desaparición. Por otro lado, la Guardia Civil no ha especificado si Rocío llevaba encima su teléfono móvil en el momento de la desaparición. Los asistentes al funeral afirman que no la vieron en ningún momento.
En el momento de su desaparición, llevaba puesto un pantalón vaquero y una chaqueta oscura. Es de estatura media, delgada y pelo largo.
Detenido el 'Rambo' de Requena
El suceso ha vuelto a conmocionar una región valenciana que recientemente se vio sacudida por el historial criminal de Pedro Lozano, también conocido como el Rambo de Requena. Su detención se produjo el pasado 8 de septiembre después de robar un vehículo y disparar en el pecho a uno de los agentes que participaban en su captura.
El detenido es un joven de 28 años que vivía en la zona rural y que perpetró varios robos violentos en esta zona valenciana. Gracias a su conocimiento de la región, logró ocultarse durante varios días en viviendas vacías. Su apodo venía dado por la costumbre de vestir ropa de camuflaje.